Amigos y amigas:
El Chema se nos va al otro lado del Atlántico.
Se marcha a las tierras de Jack London, a ver si encuentra por alli a "Colmillo blanco".
Como se va pero no nos abandona, propongo que entre todos le organicemos una buena despedida, para que le cunda su estancia canadiense, aprenda mucho ingles geológico y vuelva con un curriculum de 200 páginas y aún mas ganas de trenes que ahora.
Eso sí, trenes de verdad: grises los vagones y negras las locomotoras.
Ahora que los que sepan palmeen, los que tengan buena voz canten y los demas... nos callaremos.
Venga con aquello de... "Algo se muere en el alma cuando un amigo se va"
No os oigo a los del fondo...