Hola,
Yo también tengo dos hijos de 30 y 28 años, y a ninguno de los dos les gustan los trenes como para quedarse mi colección, si, me dicen: muy bonitos, pero nada más, imagino que cuando me marche se quedarán en las vitrinas unos años, hasta que después se malvendan.
Esto mismo me paso con mis padres, a mi madre le gustaban las figuras de Lladró, y ahí están las figuras en su casa, años y años muertas de risa, hasta que un día nos de a los hijos por malvenderlas por lo que nos den, pese a que eran bastante caras.
Pero además de los trenes, está la maqueta, que en mi caso está bastante trabajada, y con montones de detalles que valen un dineral, que ni siquiera pensarán en venderla, se desmontará y a la basura.
Tendré que dar instrucciones precisas a mis hijos, prefiero que la regalen a algún aficionado a que la tiren a la basura.
Bueno, pero todo esto esta muy lejos (eso espero), y como de todas maneras cuendo me muera no me voy a enterar de lo que pasa con mis trenes..... mejor así, por que si me entero.... me vuelvo a morir del disgusto.
Saludos.
Mamel.