Igual era ese esfuerzo adicional de que hiciesen un recorrido de cientos de kilómetros, que tenerlos en cercanías de 30 a 50 km, arriba y abajo todo el día.
Lo de pasarlos de vuelas, ... no sé, posiblemente en algún caso, pero en general los maquinistas los trataban aceptablemente bien: La mayoría de ellos venían de la tracción vapor. Hace mucho tiempo (tendría unos 15 años) viajé en el primer coche motor del Barcelona a Lleida, por Manresa, el tren era un M-R-R-M, e hicimos el horario perfectamente sin que se notasen acelerones. Eso sí, la sensación de vaivén era muy notable, aunque posiblemente en los siguientes coches el efecto quedase amortiguado.
Un conocido maquinista de la zona de Lleida, que lo había sido también de vapor, nos comentaba que antes de cada viaje, incluso en las vueltas, se miraban siempre los niveles de agua y aceite (motor y cambio), para no llevarte sorpresas, y que esa operación visual a penas ocupaba 3 minutos.
Saludos
Tono Melón
269ymedio escribió:
Fueron muy útiles siempre que cumplieron las normas para las que fueron fabricados, pasarlos de vuelta y hacerlos hacer cientos de kilómetros fue una temeridad que Renfe practicó durante mucho tiempo, tanto por la inseguridad que con el paso del tiempo hacían mella, como para la integridad física de los viajeros que llegaban hechos un ocho a sus destinos. Aun así, eran la respuesta ferroviaria a la ofensiva de la carretera y el concepto era muy parecido al de los buses que tanto daño hacían a los raíles. En mas de una ocasión fui usuario de algún ferrobus en trayectos cortos como medios y puedo decir de primera mano que eran incómodos, ruidosos e inestables, aunque entrañables en mi recuerdo. Ganas de que los saque electrotren, si es que los saca.
Un saludo