Galper esta anécdota de la 7902 la contaba Juanjo Olaizola en es.rec.trenes:
Como ya sabéis, las dos primeras locomotoras fueron íntegramente construidas por Mitsubishi en Japón, mientras que las restantes fueron fabricadas bajo licencia por CAF con equipos de tracción de Cenemesa. De hecho, antes de iniciar su construcción, técnicos de ambas empresas viajaron al país oriental para realizar los cursos de formación necesarios.
A las dos locomotoras construidas en Japón les correspondía el honor de ser las primeras en ser entregadas a Renfe. Al efecto estaba previsto que al día siguiente de su llegada a España se realizara un acto oficial con presencia de numerosas autoridades, embajadores, responsables de Mitsubishi y de Renfe, etc. Como responsable del transporte de las locomotoras y de la organización del acto por parte de su empresa, Mitsubishi envió a uno de sus técnicos más cualificados, el cual fue acompañado por algunos trabajadores de CAF y Cenemesa con los que ya había trabado amistad durante la presencia de éstos en Japón.
Llegado el día clave, las dos locomotoras fueron desembarcadas en el puerto de Barcelona, operación que se realizó con total éxito. Sin embargo, en su traslado a Can Tunis, por una vía en deficientes condiciones de conservación y, al parecer, con gálibo insuficiente, la locomotora sufrió un "castañazo" que hundió una parte considerable de la zona superior del testero, afectando una cabina.
¡Imaginaros al pobre técnico japonés en esta situación!. ¡Él, que era el máximo responsable de la entrega no sólo de dos vulgares locomotoras, sino de la primera exportación de material móvil ferroviario japonés a toda Europa! ¡Sencillamente, quería practicar el milenario hara-kiri! Afortunadamente, sus amigos de Cememesa y Caf, le dijeron que no había ningún problema, que España era el país de las chapuzas y que si no era posible realizar una reparación en condiciones, por lo menos, con un poco de plaste y pintura, el golpe no se notaría (siempre y cuando se tuviera la precaución de no dejar visitar la cabina afectada, ya que en su interior el hundimiento era más que evidente).
A pesar de las promesas de sus amigos españoles, el japonés no salía de su desesperación. Así, mientras un trabajador de Caf buscaba desesperadamente un buen carrocero que pudiera disimular la avería, los restantes trabajadores de Caf y Cenemesa se turnaron durante las 24 horas para no dejar solo, ni por un momento, al japonés, ya que todos temían que cometiera alguna locura. Afortunadamente, España es el país de la chapuza bien hecha. En el acto de presentación, la locomotora estaba reluciente y sin rastro alguno del golpe. Evidentemente, los trabajadores de CAF y Cenemesa se encargaron de que nadie pudiera visitar la cabina afectada, acompañando a todos los invitados a la que no se había visto afectada por el percance y todos se fueron encantados. Además, los directivos de Mitsubishi felicitaron efusivamente a su técnico por la perfecta organización del acto. Al final, la cosa acabó en una terrible juerga que se prolongó hasta altas horas de la noche barcelonesa.....