Una aguja se talona cuando un tren la toma desde el talón (es decir, la parte contraria al espadín) y la aguja no está orientada hacia la vía de la que procede el tren. Es decir, una aguja que se toma de punta nunca se talona. Los desperfectos que ocasiona esta maniobra en la aguja dependen del tipo de cerrojo que tenga, no es lo mismo una aguja accionada electricamente con un cerrojo de uña (caso en el que la aguja queda inutilizada) que una aguja de accionamiento manual y sin encerrojar (caso en que no pasa absolutamente nada). La rotura del espadín puede suceder en algunos casos, pero tampoco es algo inevitable en todos ellos. El mayor peligro al talonar una aguja es retroceder una vez talonada y rebasada por los ejes de algún vagón, dado que al efectuar dicho retroceso el descarrilo es automático. Máxima ferroviaria : "si talonas, nunca retrocedas"
Aunque el gráfico que adjunto es una chambonada (pido disculpas), sobre él se puede apreciar lo que es talonar una aguja, teniendo en cuenta que la flecha negra representa el tren.
- Turnout_components.jpg (21.78 KiB) Visto 3934 veces