Llambilles
La siguiente estación ( en este caso apeadero) conservada y con edificios era Llambilles, también su estado respecto al que encontró Salmerón cuando redacto el libro no tenía nada que ver con la realidad actual, y como en la ocasión anterior transcribo traducida la descripción que el daba.
"El apeadero de Llambilles conserva sus edificios pero estos están abandonados y poco a poco les empieza a afectar la climatología"
A medida en que me acercaba a LLambilles, el ambiente sentía y olía a tren y mas teniendo en cuenta que la carretera discurre en paralelo a la antigua traza del ff.cc. a apenas un centenar de metros del asfalto, una traza en la que en algunos lugares se han colocado unos plafones metálicos simulando al trenet y que no dejan lugar a dudas, y menos en una estación que está en una calle de nombre tan sugerente como el de "Passeig del Carrilet".
El edificio está limpio y resplandeciente, tiene una anexo que ha sido reconvertido en oficina de correos, además hay como una pequeña plaza en la que hay una par de sugerentes bancos donde reposar y un bonito pozo del que disponían varias estaciones, con su cubo incluido que parece estar presto a refrescarnos, cosa que de todas formas podríamos hacer en la también bastante corriente fuente de piedra adosada al edificio principal.
Saludos