Hoy me he tirado dos horas en este punto, al fondo podemos distinguir los andenes de la estación de Sant Cugat y a la espalda del fotógrafo se ubica la estación de Volpelleres de FGC, estación situada entre Sant Cugat y Sant Joan y es de relativamente nueva construcción al efecto de enlazar FGC y Renfe. En estas dos horas han pasado cinco trenes de Renfe, los que se ven en las imágenes, más un Cívia y un mercancías que no he podido inmortalizar. Los cuatro Civias iban todos como podemos ver en las fotos y del carga, apenas se distinguía a la pobre 253, escondida bajo un inmenso grafiti, creo que apenas se salvaba el pantógrafo. Pues bien, en el mismo espacio de tiempo, habran pasado 10 o más convoyes entre los dos sentidos de FGC, en hora punta que coinciden los especiales a la Universidad Autónoma más los normales de Sabadell y NINGUNO, absolutamente NINGUNO ostentaba ni siquiera vestigios de grafitis. Me hubiera gustado tomar fotos de ellos, pero he tenido que elegir entre Renfe o FGC.
Suscribo todos los improperios que se digan sobre los grafiteros, pero la lógica y el sentido común me dicen que no hay más remedio que lidiar con este morlaco al que por ahora nadie ha sido capaz ni de darle un buen estoque que le afectara de verdad ni de devolverlo a los corrales, así que unos (y no solo FGC pues Metro, tanto en Barcelona como en Bilbao, Madrid o Valencia y los distintos tranvías que circulan por nuestras ciudades) gestionan el tema de manera más o menos ejemplar, mientras que Renfe parece ya una pinacoteca del "spray". Lo dicho, alguien no está haciendo los deberes mientras los grafiteros, en lo suyo, son unos Cracks.
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Saludos.