Para mí, mi estación favorita es la de Cercedilla, sin duda alguna, crecí en ella rodeado de 440 azules a Segovia, 442 rojas rumbo a los puertos y 269 verdes con largos trenes colectores. ¡Qué variedad multicolor había entonces! No como ahora, con todos los trenes (los de Cercanías) disfrazados de helados de nata, fresa y mora. En cuanto a la estación en sí, me gustaba más como era antiguamente, con sus andenes bajos, con los pasos entre andenes (antes sabía el nombre de estos pasos, perolo he olvidado) de madera, y su característica marquesina del andén I (lamentablemente eliminada).
Por no hablar del característico y ferroviario olor a creosota que emanaba de las traviesas de madera. Hay algunos detalles, que cambiaron a comienzos de los 90, que me gustaban aún más, tales como las marmitas de los desvíos con sus característicos faroles de posición, las poleas de la transmisión funicular, la antigua señal luminosa de salida del lado Segovia, de dos aspectos (Vía Libre y Parada + Rebase), situada junto a la boca del túnel, o las distintas casetas que existían en la zona de la línea del Puerto. Unos detalles que contribuían a dar a la estación un sabor ferroviario que, con las sucesivas reformas sufridas, ha sido eliminado en gran medida.