Luque escribió:
Bueno vuelvo a repetiros que no es nada significativo exponer lo que uno ha vivido en un primer plano de la vida mas dura de los ferroviarios, con el tema del vapor deciros que por ejemplo las maquinas que circularón por nuestra querida linea de Puente Genil-Linares-Zarzuela, dependian del deposito de tracción vapor de Puente Genil, constituidas por 040, 130 y 140, mas adelante ampliare datos sobre maq. maquinistas y fogoneros de la linea, ahora deciros como muy bien apunta Antoniosantelena, cuando salian de Puente Genil, con su canasto de minbre y su chapa de metal con el nombre y la residencia a la que pertenecian, al dia siguiente sus esposas o hijos iban al furgon del correo Puente Genil-Linares-Zarzuela que salia sobre la cuatro de la tarde a llevar otro canasto con comida o algun efecto mas que necesitaran, ellos los recogian segun en la estación donde se encontraran, y al dia siguiente lo devolvian otra vez en el correo de sentido inverso, y como por aquellos años en las casas de los ferroviarios se cocinaba con carbon, si podian enviaban alguna brisqueta, que es como se llamaban los bloque de carbon de las maquinas de vapor, siempre muy desimuladamente para no crear sospechas anta la brigadilla de la Guardia Civil, que se encargaba del control de contrabando y robos de mercancias en las estaciones y lineas ferroviarias, espero haberos aclarado algunos aspectos del pasado, pero que como yo les digo a los jovenes de hoy en Renfe, para llegar al AVE, los mas veteranos hemos pasado lo muestro, pues yo he trabajado en estaciones sin luz electrica, con la luz de un quinquel de petroleo, telefono de magneto, sin agua potable, un water que muchas veces te quitaban las ganas de hacer nada, y sin mas compañia que un transistor el que podia tenerlo, pero todo se daba por bueno porque realmente uno amaba el ferrocarril, pero enfin la vida sigue y la demos por bueno. Un saludo Luque.
Sr. Luque me quito el sombrero ante este nuevo episodio que nos relata. Sus vivencias serian dignas de ser recogidas en un libro que tratase sobre la historia de esta linea férrea, hoy convertida en VIA VERDE, la excusa perfecta para no volver a reabrirla nunca más, desde luego pasta gansa se han gastado y de la buena.