Las actuaciones en las trincheras han sido excepcionales y se han tramitado como emergencias. Se basan en un real decreto de medidas excepcionales provocado por los temporales de finales de enero y principios de febrero.
A la hora de seleccionar las zonas donde realizar trabajos, se eligieron aquellos tramos de líneas en los que hubo alertas meteorológicas durante esos días en el noroeste de España. Algo más tarde se incluyeron las trincheras de Unquera a Cabezón.
Se está actuando sobre trincheras con calificación de riesgo alto o medio-alto en esas líneas, pero en el resto de líneas hay más trincheras que siguen a la espera. Por tanto, la selección ha sido más o menos objetiva, sin analizar su verdadera necesidad (que son necesarias actuaciones en todas) ni su prioridad (que se está actuando en zonas con muy poco tráfico obviando otras donde el tráfico es mucho mayor)
Por otro lado, en lo que respecta a la renovación de vía entre Orejo y Liérganes, lleva varios años dando vueltas. Y a pesar de que este tipo de actuaciones se ven venir, y se deben de prever con años de antelación, no se ha hecho absolutamente nada. O mejor dicho, los directivos de FEVE no han hecho absolutamente nada, y tampoco los de Adif que han llegado. Ni tan siquiera se ha hecho lo mínimo para poder seguir adelante (cambio de alguna traviesa de madera, reapriete de tornillería etc) para permitir la circulación sin llegar a limitar la velocidad como se ha tenido que hacer al final. NO SABEN HACER.
Es más, estoy convencido que lo de las limitaciones no son más que un órdago para que se vea lo mal que está la cosa y que les den el dinero que no saben gestionar por otro lado. Ahora eso sí, sus interlocutores no son más inteligentes y se dejan regalar sus oidos con las "historias" de la vía estrecha.
Al final se está jugando con el viajero, que tarde o temprano, como ya está sucediendo, va a decir ahí se quedan ustedes. No se dan cuenta de esto. Sea cual sea la finalidad (si es que la ahí) de semejante despropósito en el ferrocarril, el perjudicado es el viajero y el propio ferrocarril. Y es algo que cuesta muchísimo recuperar.