Hola compañeros,
Viendo la imagen del tranvía italiano reconvertido en sauna, me viene a la cabeza un recuerdo simpático que me apetece compartir:
Hace más de diez años, antes de conocer a mi mujer, yo salía con otra chica. Un sábado por la tarde, decidimos acudir a un balneario de Caldes de Montbuí, a tomar una Sauna. La que era mi novia entonces, me dijo que tenía dolores en la espalda. Como solícito novio y masajista, me ofrecí a darle un masaje, aprovechando que el enorme calor de la sauna le había reblandecido la musculatura lo suficiente, como para evitar que el masaje se pudiera convertir en una tortura.
En ese preciso instante, llamó a la puerta, una empleada del Balneario, la cual nos pedía permiso para que una señora mayor, que rondaría los setenta años, pudiese compartir nuestra sesión de Sauna. Nosotros accedimos, y mientras entraba la susodicha señora, mi novia se tumbó boca abajo, sobre el banco, procediendo a descubrirme su espalda y nalgas, para que pudiese trabajarlas, y aliviar sus dolores. Pese a ser una mujer que nunca hubiese ido a una playa nudista, a mi pobre novia le dolía la espalda demasiado, como para preocuparle el hecho que una señora mayor, la cual vendría a tener la misma edad que su madre, la viese con el culo al aire.
La señora entró, dió las gracias y se sentó en un rincón, sin quitarnos el ojo de encima. Al cabo de un buen rato de estar masajeando a mi novia, la señora se dirigió a mí y, muy seriamente, me dijo:
"Joven, cuando termine Vd. con la señorita, quisiera que me tratase a mí también, que para eso he pagado el servicio... "Tras oirlo, mi novia soltó una sonora carcajada, Yo me giré hacia la señora y, con una sonrisa en la boca le dije: "
Verá, Señora, no pertenezco al personal del Balneario, pero cuando termine de masajear a mi novia, si ella no tiene inconveniente, será un placer tratarla..."La Señora se puso roja como un tomate, y tras unos incómodos minutos, en los que pareció empequeñecerse en su rincón, salió de la Sauna... Y no regresó.
Saludos cordiales.