Despidiendo a un gran amigo
Sábado, 5:30 de la mañana. El despertador me arranca de sueños dulces y merecidos y me lanza a la nocturnidad matinal. ¿Qué demonios ocurre? ¿Es hoy un día especial? ¿Qué tiene este sábado que merece tal madrugón? Claro, cierto. Amargas despedidas.
Son ya muchos los años que nos has acompañado en nuestros viajes habituales entre Barcelona y Valencia. Tantos kilómetros recorridos a lo largo de las costas del Garraf, tantos naranjos que te han contemplado al cruzar los campos valencianos, tantas caravanas de camiones en Font de la Figuera… Pero ahora tienes que regresar a casa, aquella casa que nunca conociste. El lugar por el cual naciste te reclama y es tu obligación ir allá a cumplir tu cometido, no puedes demorarte más. Tocan cambios en el corredor del Mediterráneo, los jóvenes patitos emprenden el vuelo, y tú regresas por fin a Cerro Negro. Hasta siempre, serie 101. Siempre serás nuestro Euromed.
Barcelona, 7:00 de la mañana. Víctor sube al coche en plena Meridiana, nos damos la vuelta y emprendemos sin demora rumbo al Sur. Autopista de peaje vacía, velocidad crucero, el sol naciente a las espaldas y muchos nervios por la incertidumbre del éxito de nuestra misión. La planificación en estos casos no lo es todo, así que no podemos hacer más que encomendarnos a un puñado de mapas y un par de cargas extras de baterías para nuestras cámaras. La suerte esta echada.
Target 1: Viaducto del Ebro, estribo izquierdo.
Término municipal de Amposta, 9:20 de la mañana. Depués de tomar la salida 41 de la AP7 y meternos por un camino de servicio, llegamos a los pies de la línea del Corredor del Mediterráneo. El monumental viaducto sobre el río Ebro nos da los buenos días, cubierto por una perezosa calima que no nos abandonaría en todo el día. Tomamos posiciones al borde izquierdo del estribo y nos ponemos a esperar. Solo queda que se cumplan los horarios…
9:49 de la mañana. Silencioso y por la espalda, el Garcia Lorca aparece de repente en escena. Reflejos felinos y dedos cruzados, se tienen que probar los encuadres con nuestro primer visitante de la mañana. La 252 habitual con una escasa composición de 7 coches pasa rápidamente el viaducto, a 160km por hora. Seguimos a la espera…
10:41. de la mañana. Nos comenzamos a desesperar ante la tardanza de nuestra presa, que a las 10:38 tenía que hacer parada en Tarragon. De mientras, silencioso y puntual, aparece el Euromed 01091 procedente de Barcelona con destino Valencia, a cargo de un flamante 130.
10:45 de la mañana. De repente se asoma una forma blanca en el horitzonte, al otro lado del río. El Euromed 01282, servido por nuestro querido 101, vuela a 200 kilómetros por hora sobre las apacibles aguas del río Ebro. Nuestro primer objetivo de la mañana se ha cumplido.
Target 2: Viaducto del Ebro, estribo derecho.
Por carreteras comarcales y caminos de servicio llegamos al otro estribo del viaducto. Tiempo solamente para contemplar las ruinas del antiguo tren de vía estrecha del Val del Zafán, ya que la plataforma del ferrocarril está completamente vallada y no podemos tomar posición elevada útil. Aprovechando para fotografiarle las faldas al viaducto, nos encaminamos al punto número 3.
Target 3: Camino de Masdeverge.
Camino de la localidad de Masdenverge, en la carretera 344, existe un pequeño paso superior que cruza el ferrocarril. Dejamos el coche en un camino cercano y nos apostamos en uno de sus estribos, a la espera del siguiente 101 ascendente de la jornada: el número 01112, con llegada prevista a Tarragona a las 13:07. Son las 12:20 y aparece un regional con destino al Sur. Pocos minutos después, a las 12:34, el 101 aparece dando lo máximo que le permiten las vías y el ASFA 200. El último 101 ascendente de la jornada.
Target 4: Queso y jamón en Ulldecona
Después de comprobar como la subestación eléctrica de Freginals también estaba completamente vallada, decidimos ir a comer a la estación de Ulldecona, con la esperanza de que el Alaris 01111 que a las 11:55 tenía parada en Tarragona llevara el suficiente retraso como para que nos pudiera despeinar a pié de andén. Por suerte de los viajeros el tren pasó a su hora exacta, y mientras que aparcábamos en la estación de Ulldecona lo vimos pasar a toda velocidad camino de su parada en Vinaros. Eran las 12:45 de la mañana, el hambre apretaba y aprovechando la casi una hora que aún quedaba para que el Mare Nostrum pasara, decidimos comer algo. Unos sándwiches ligeritos harían el cometido (hay que cuidar la línea, que se acerca Navidad).
14:05, el Regional destino Valencia hace su entrada en vía 4. El Mare Nostrum le pisa los talones, por lo que se dirige a contravía por hacia Vinaros. Menos de dos minutos después aparece el TALGO, zumbando a toda pastilla sobre las vías Tarraconenses. Eran las 14:07 del mediodía y decidimos jugarnos el todo por el todo. ¿Qué tal intentar cazar el Mare Nostrum ascendente durante su parada en l’Aldea Amposta?
Target 5: L’Aldea - Amposta -Tortosa.
Estación de L’Aldea – Amposta – Tortosa, 14:50 de la tarde. Echamos el freno de mano al coche y salimos disparados hacia el andén. La 252 va frenando mientras nos colocamos en posición frente a ella. Dos minutos de parada y el Mare Nostrum ascendente sale lentamente de la estación, con 3 minutos escasos de retraso que han significado un éxito espectacular para nosotros. Satisfechos y muy animados, planificamos el siguiente asalto de la tarde: cazar el Alaris 01142 en la abandonada estación de Vandellós, por la que debía pasar sobre las 16:15 de la tarde aproximadamente, contando que tenía parada en la Aldea a las 15:55.
Target 6: Vandellós.
Siguiendo la carretera N340 dirección Tarragona, se llega a la desviación entre la nueva autovía gratuita A7 y el acceso a la población de Hospitalet del Infant, servida por la vieja 340. Justo después de la desviación, al lado derecho de la carretera, se encuentra el acceso a la antigua estación de Vandellós, pegada al recinto de la central nuclear de Vandellos II y punto donde se pierde la doble vía procedente de Castellón. Aparcamos el coche y nos ponemos en posición, entre la desolación de la estación abandonada y la vía de acceso a la Central fuera de servicio y cubierta por la vegetación. Son las 15:54 de la tarde y el Alaris se supone que ya ha salido de l’Aldea - Amposta.
La señal de salida se enciende en verde dirección Tarragona. El 490 aparece de detrás de la curva y nos saluda al ver nuestros chalecos, mientras nosotros le inmortalizamos en esta estación tan especial. Queda ahora lo más complicado de todo: cazar el último 101 diurno de la jornada en Tarragona. Son las 16:21 de la tarde y el 01161 tiene prevista parada en tarragona las 16:55. ¿Llegaremos a tiempo por la nueva A7?
Target 7: Tarragona.
A las 16:45 tomamos la salida de Tarragona de la A7. Callejeamos por la ciudad, angustiados por un montón de semáforos en rojo. Rápidamente nos encontramos con el paso a nivel de la estación, que cruzamos horrorizados al contemplar que el Euromed ya se encuentra detenido en el andén. Aparcamos en el paso y salimos zumbando de nuevo hacía el paso a nivel de mercancías, en el que tomamos posición a la espera de la salida. Al momento el maquinista cierra puertas y el tren se pone en movimiento. De nuevo silbidos cortos y largos, contestando nuestros saludos y advirtiendo también a las gentes que rodean el paso a nivel. El 101 abandona Tarragona entre una lluvia de flashes y disparos de cámaras de todo tipo.
Agotados por el carrerón, nos damos una vuelta por los andenes de Tarragona, en los que se encuentra una 333.3 a la cabeza del tren taller, y 4 veteranas 250 aguardando servicio. Aprovechando los últimos minutos de luz del día les rendimos también homenaje a estas grandes locomotoras, deseando que al menos un par de ellas encuentren sitio en el seno de alguna asociación de amigos del ferrocarril de España.
Una hora y pico más tarde, la Meridiana de Barcelona nos da la bienvenida de nuevo. Son casi las 20:00 de la noche y llevamos más de 500 kilómetros a las espaldas, pero el esfuerzo ha valido la pena. Los 101 han sido una de las series más especiales de la RENFE de los últimos años. Esos trenes demostraron a RENFE y a la sociedad española que no hacen falta grandísimos inversiones en nuevas líneas para rentabilizar servicios, que no es necesario remodelar estaciones y segregar completamente tráficos para que un tren tenga un éxito rotundo. De lo que fueron las sobras del encargo inicial de trenes para el Madrid Sevilla, se pasó a uno de los servicios más rentables y de mayor prestigio y aceptación de toda la Red. Esperemos que el servicio Euromed a cargo de la serie 130 tenga tanta aceptación y calidad como lo ha tenido servido por los 101, y que la inauguración del By-Pass de Tarragona entre la LAV2 y el Corredor del Mediterráneo haga que aún suba más su ocupación. Hasta pronto serie 101, bienvenidos serie 130. ¡¡¡¡Tendréis que trabajar muy duro para superar a vuestros antecesores!!!!