Para esto no somos europeos ni lo seremos jamás.
Llevar a cabo una política de protección, conservación y puesta en valor del patrimonio está reñido con nuestro espíritu de país de nuevos ricos acomplejados para quienes todo lo antiguo, lo clásico no deja de ser una antigualla de la que hay que renegar, de la que hay que desprenderse y abominar. Y con estos complejos hay demasiados espabilados y oportunistas que hacen pingües negocios. Esta definición de país de nuevos ricos alberga también a quienes confunden a vándalos aficionados a la destrucción y a la rapiña con unos simples gamberros que expresan su rebeldía sin causa en libertad. Ahora hablo de todo el patrimonio en general, como indicó el compañero fje. El asunto daría de sí como para una tesis doctoral de conservación del patrimonio o de sociología. Y para enmendar el asunto no hay partido político al uso hispano que valga. Yo, por lo menos no he visto propuestas.
Estamos en un pais de tradición marinera en el que los buques históricos conservados se pueden contar con los dedos de una mano, en el que no hay museos del transporte como tal (al margen de museos del automóvil o las motos surgidos de la iniciativa particular).
Cuando en uno de los últimos hilos de “Galper 54” he visto una ristra de fotos de un museo del transporte francés se me caía la baba, con toda la colección de vehículos de todo tipo dedicados al transporte colectivo. Estamos en un pais que sistemáticamente se ha cargado valiosos exponentes de la arquitectura industrial para saciar su hambre especulativa. Que triste, por ejemplo, que no se haya conservado ni siquiera una fachada del soberbio edificio de la Maquinista Terrestre y Marítima, integrandola incluso en el horroroso centro comercial o en el parque de al lado... Y si se acaba con los continentes, no hay sitio para albergar a los contenidos. Máxime cuando para albergar a estos contenidos no es suficiente una nave industrial al uso (como en esa Europa a la nos referimos) si no que hay que hacer un carísimo edificio o complejo encargado al arquitecto de postín de turno, aunque en ello nos gastemos toda la pasta y luego no haya fondos para dotar de contenido al continente A nivel ferroviario, la destrucción de instalaciones (naves, depósitos) ha sido masiva. Y si no hay instalaciones, difícilmente se puede mantener el material operativo o simplemente a salvo de la plaga de vandalos y graffiteros que nos asola. Que envidia de depósitos fuera de uso que son digno albergue de locomotoras históricas operativas en Alemania, Italia, Francia o el Reino Unido, mientras las dos rotondas de Valladolid, por ejemplo, aguardan otros fines muy distintos y nada relacionados con la preservación ferroviaria.
Centrándonos en la afición que nos ocupa, es sintomático que los únicos ferrocarriles preservados que funcionan en nuestra piel de toro sean en vías que ni dependen ni han dependido de ADIF, o del Ministerio de Fomento. Y el problema no solo es ADIF (para quien una via en desuso es una acumulación de palos y hierros) o Renfe (para quien todo el material dado de baja es carne de chatarrero) o el Ministerio de Fomento. Son los sucesivos gobiernos tanto estatales como autonómicos, y una sociedad que desprecia el ferrocarril porque se le ha enseñado a despreciarlo, porque el ferrocarril ha sido el pagafantas de buena parte de pelotazos urbanísticos y otras verbenas para que los espabilados hagan el negociete de turno a costa de todos, es decir, a costa de la destrucción de un patrimonio ferroviario público: de todos. Y si no hay instalaciones fuera de uso o vias para guardar material histórico recuperado o susceptible de ser recuperado, el hecho de que sea cruel, despiadadamente vandalizado es cuestión de tiempo, que en este país si que somos auténticos especialistas en ello y sale además gratis. Que yo sepa, no se han pedido responsabilidades por la quema del ABJ de Castellón, del Ferrobús de Barruelo o del TER de Bilbao.
A petición de la Fundación, o de meritorios grupos de preservación se ha conservado una raquítica cantidad de unidades de una serie o de un tipo de material, o ni si quiera eso. Es descorazonador que de una serie tan relevante como la de los automotores 593 solo se haya salvado un coche motor como oficina turística o de desarrollo (hablo de memoria, no estoy seguro) y ¡gracias!
En la Europa a la que nos referimos, por ejemplo de la serie CC 6500 francesa (no muy numerosa, por cierto) se han conservado unas cinco o seis unidades, o de la serie E636 italiana por lo menos diez, con la mitad de unidades operativas en ambos casos, tanto en museos dependientes de las fundaciones de turno como en museos dependientes o participados por asociaciones. Eurofimas francesas hay a patadas, tanto en FFCC turísticos como en Operadores de Proximidad, y más para repuestos. Aquí no queda ninguna. Del material remolcado mejor ni hablar. No queda ni un miserable 8000 en estado original al margen del aislado del Museo de la Inmigración.
En la Europa a la que nos referimos, al margen de un sinnúmero de FFCC preservados en líneas en desuso hay muchísimas circulaciones con trenes históricos, con tracciones de todo tipo, y en muchos casos participados por las fundaciones estatales de los ferrocarriles, y con la colaboración de los administradores de infraestructuras. Exactamente igual que aquí Solo en Italia, país de gran tradición y cultura ferroviaria aunque no sea Suiza ni Alemania, este verano pasado se han organizado más de un centenar de trenes históricos por parte de la Fundación de los FFCC italianos, por todo el país. En nuestra RFIG constituye un logro conseguir sacar un tren historico (generalmente de nuestra historia ferroviaria más reciente), entre gestores de infraestructuras que ven la gestión de las mismas como un negocio, no como un servicio público, o entre operadores que ven en las revisiones del material otra actividad lucrativa más. Sin ninguna consideración hacia la historia ni a la cultura ferroviaria. Recuerdo como en una jornada de puertas abiertas en un depósito dedicado a la custodia y mantenimiento de unas veinte locomotoras históricas, todas en estado de funcionamiento, en Italia, un maquinista de las mismas me comentó que todas estaban al día, con las revisiones en vigor y que las mismas las costeaba la Fundación de la FS. Precisamente se acaba de celebrar en Génova el Fín de Semana de los Trenes Históricos de Liguria, con composiciones remolcadas por cuatro locomotoras eléctricas distintas, que van desde los años 20 hasta los años 70. Aquí, los aniversarios y conmemoraciones se celebran con disfraces de epoca en los andenes y poco más. Como mucho, un convoy histórico con una tracción que poco o nada tiene de histórica, cuya gestión supone un logro. De vapor, mejor no hablar, que las vaporosas prenden los campos, contaminan, revientan las vías, etc.
Y llegados a este punto solo nos queda hablar de vias verdes y macetas. De vias verdes que han significado la destrucción masiva de tejido ferroviario para hacer carriles bici (como si en este pais no hubiera vias pecuarias) que para eso si que hay dinero. Y los pueblos, las entidades de desarrollo rural y las comarcas se pegan por tener una, aunque su uso sea testimonial Simplemente porque ni conocen, ni conocerán lo que es un ferrocarril preservado, ni el aporte a las economías comarcales ni el vivero de empleo y actividad que conlleva, además de conservar un patrimonio ferroviario que es historia y es cultura.
Con respecto a macetas y otras piezas irrecuperables, son sangrantes los casos expuestos recientemente en el hilo de locomotoras abandonadas, sobre todo el de la 1100 de Villanueva del Rio y Minas, las vaporosas de Ponferrada o el de la Mikado de Villarcayo. Y me consta que en este ultimo caso la situación es exclusivamente achacable al ayuntamiento local.
Hace unos dias visité la Mikado ex Norte de Cabra, mas que maceta reclamo en la Vía Verde del Aceite restaurada? Sin bielas, degradada de focos para que hablar, si ni siquiera se les ponen a muchas vaporosas de los museos de Vilanova o Delicias (debe ser carísimo hacer alguna tirada) saneada y pintada pero sin ninguna actuación más, como tantísimas otras piezas que se pudren a la intemperie
Parece ser que a ciertos niveles Europa sigue empezando en los Pirineos, y que estos montes no son solo una barrera orográfica, si no cultural.
Y aquí nos gusta mas la cultura del turismo low cost, de los constructores y los camareros.
Por supuesto, esta parrafada habla de un marco cultural, sociológico, político y normativo. Nada que ver con la loable constancia de grupos de preservación, y asociaciones que a duras penas consiguen mantener el material operativo y sacarlo a la vía, Ni con los Museos que se han volcado en el rescate de material desahuciado, ni con gestores y colaboradores cuyos anhelos se ven truncados por la endémica carencia de recursos y los caprichos del político de turno. Mi reconocimiento a todos ellos.
Perdón una vez más por el tostón.
Saludos.