Los pesados y largos atascos se dan cita al iniciarse y finalizar las vacaciones. Pocos pueden permitirse el lujo de escoger las fechas más alejadas de los días fatídicos, por lo que la mayoría se ve obligada a perderse unas jornadas de playa o de montaña para no sufrir el colapso de las carreteras. Meter el coche en el tren, como una maleta más, es una de las soluciones que pueden escoger los habitantes de Madrid, Barcelona y Bilbao que quieran desplazarse a la costa. RENFE ofrece el servicio auto expreso para vehículos con una altura máxima de 1,63 metros y una longitud total que no exceda de los 6,50.
Eso sí, el propietario deberá viajar ineludiblemente en el mismo tren que su vehículo.
Esta es una obligación no demasiado a tener en cuenta, ya que si el usuario opta por comprar un billete de coche cama, podrá amanecer en su lugar de vacaciones descansado, con su propio automóvil y cualquiera de los días punta de tráfico. Las tarifas del servicio auto expreso resultan razonables. Transportar un coche en un trayecto de 1.000 kilómetros cuesta entre 6.600 y 11.700 pesetas, según sea su longitud, y entre 9.100 a 16.700 pesetas si la distancia a recorrer es superior a la citada. Sobre estos precios existen descuentos, si se viaja fuera de los días de mayor tráfico, que oscilan entre un 15% y un 35% dependiendo del número de billetes que se adquieran.
Los posibles accidentes también están contemplados: en el momento de sacar el billete se hace un seguro tanto a los coches como a las motos. Para mayor tranquilidad, la facturación de los vehículos se puede realizar desde 10 días hasta una hora antes del viaje. Para recoger el vehículo deberá esperar sólo media hora, aunque podrá dejarlo 10 días a recaudo de RENFE. Los madrileños disponen del mayor número de posibilidades para viajar con el auto expreso. Hay líneas a Algeciras, Alicante, Barcelona, Málaga, La Coruña, Vigo, Almería, Santander y París. Las de Barcelona van a La Coruña, Málaga, Sevilla y Vigo, mientras que desde Bilbao sólo se puede realizar el transporte hasta Málaga y Alicante.
Vacaciones con coche y tren.
Susana Blazquez.
Sábado, 20 de junio de 1998 en Motor&Viajes.
Años después las obras de infraestructuras para la alta velocidad, la incompatibilidad de los nuevos trenes con los vagones que prestan este servicio, la caída de la demanda y la falta de rentabilidad, ha impulsado a la compañía ferroviaria a suprimir, poco a poco, las líneas que permitían al usuario viajar con su coche a cuestas.
La disminución de la demanda del servicio debido a la mejora de las infraestructura ha acortado considerablemente el tiempo que el conductor pasa en carretera, sobre todo en determinados tramos. Esto anima a llevarse su propio vehículo mientras conduce en vez de viajar en tren con el coche a bordo.
También ha proliferado el tipo de viajero que se traslada en tren y decide alquilar el coche en el lugar de destino.
En todo caso, la propia RENFE reconoce que el auto expreso es un servicio aquejado de una alta ‘temporalidad, muy ligado a los puentes y a las vacaciones’ y que permanece casi inactivo durante el resto del año.
Curiosidad:
La primera línea donde se efectúa el transporte de carruajes en los trenes fue la de Madrid-Zaragoza. El 3 de junio de 1859, cuando se pone en servicio el primero de sus tramos hasta Guadalajara se comienzan a transportar en los mismos trenes de viajeros las galeras y diligencias. Una vez llegados los trenes a Guadalajara, los viajeros seguían viaje a Zaragoza en esos mismos vehículos a los que se enganchaban allí las caballerías.
Lógicamente, sin esta denominación, la compañía MZA dispuso en los años 20 de vagones cerrados con puertas abatibles en los testeros para este uso. Al completarse las líneas fundamentales del ferrocarril español entre las grandes ciudades, el servicio de diligencia-expreso fue decayendo hasta resucitar ya en pleno siglo XX con las plataformas para coches remolcadas junto con los trenes. (Ferropedia)
Saludos!!