juanitogomezco escribió:
Mi madre recuerda sus viajes en la jardinera para ir a Baena desde Luque una vez llegada desde el Collado de las Arcas. Iba a Baena a comprar comida ropa y zapatos.
Una vez les regaño el jefe de estación de Baena (Domínguez) por que su hermano (Mi tio) arranco uno de los sellos que precintaban las puertas de los vagones (tenían 10 y 11años). Les quito el quilometrico y se lo dió al revisor para que se lo diera al jefe de estación del Collado y este a mi abuelo ( Como Si hubieran hecho un crimen, como dice mi madre). Mi madre lo odió desde aquel día jajajajaja...
Le encantaba ir en el balconcillo a pesar de tener carne de segunda y poder ir dentro.
Un saludo a todos.
Que bonitos recuerdos poder viajar en el balconcillo y recorrer los 7 km del ramal, imagino que sería usado para acercar a Baena a todas la personas que vivian el los cortijos y alrededores , siempre me ha llamado la atención lo alejada que quedaba la estación del núcleo urbano , resulta curioso el motivo por el que se eligió esta ubicación
Se cuenta que el ingeniero jefe de las obras para la construcción de la estación y el ferrocarril era oriundo de Baena. Su padre, zapatero, tenía su residencia en el pueblo. Al visitar los terrenos para el emplazamiento al ingeniero le gustaron unos que había cerca de parque de Baena (actualmente sería Avenida de Cervantes, nº 12) .Sus visitas a Baena, en fase del proyecto, debieron ser frecuentes y en alguna de ellas, durante algún descanso, visitó el Casino “de los señoritos” como se le conocía entonces. Observó, en su primera visita, que cuando él llegó se produjo un vacío en la estancia. Repitió la visita, a la hora del vino, con el mismo resultado, lo que yale produjo una penosa impresión manifestando que no lo olvidaría, Entre esa fase previa del proyecto de ejecución de las obras y el comienzo de éstas, transcurrió algún tiempo. El emplazamiento varió de lugar, lo que se cree que fue debido a que al director de las obras no se le había olvidado la escena del Casino. Y no quedó ahí la cosa. Terminada la obra, identificada ya la importante personalidad del forastero, se pensó en organizarle una comida de homenaje que tendría lugar, precisamente, en el Casino. El homenajeado sólo puso una condición para que éste se celebrase. Que su padre tenía que sentarse, junto a él, en la presidencia. Así ocurrió, y el zapatero baenense ocupó lugar destacado, junto a las personalidades que presidieron el acto”.
Sea esto cierto o no, la verdad es que la ubicación de la estación quizás no fue el más idóneo
Hay que ver la poca paciencia y comprensión que tuvo Dominguez con tu madre y tu tío y más teniendo en cuenta que él tenía muchísima prole , un abrazo .