Retomando el tema de la construcción de locomotoras en escala H0e, os presento un modelo muy particular que me encandiló desde la primera vez que lo vi en el museo de Gijón.
La Sociedad Hullera Española explotó varias minas de carbón en la cuenca del río Aller y dispuso de un ferrocarril de 60 cm de ancho para transportar su producción hasta Ujo, donde se trasbordaba al ferrocarril Vasco Asturiano.
Entre 1885 y 1891 adquirió a la casa francesa Corpet cinco locomotoras diseñadas especialmente para trabajar en duras condiciones de suciedad, inundación y barro. Esta era la causa de disponer los cilindros sobre la bancada, lo que obligaba a disponer un balancín tipo “Brown” para transmitir el movimiento a las ruedas.
En los años cincuenta los propios talleres construyeron otra unidad similar. Una década más tarde la nº 5 fue restaurada para permanecer como monumento en la Escuela de Ingeniería Técnica de Mieres, para terminar engrosando la colección del Museo del Ferrocarril de Asturias, donde funciona en el pequeño circuito instalado en el patio.
Del citado museo proceden tanto los datos históricos como el croquis de la máquina.
Así mismo el libro “Los ferrocarriles del valle del río Aller” de Eduardo José
Fernández, contiene mucha información sobre esta y otras redes.
El material que mejor se presta para la construcción de este modelo es el metal, latón o bronce, puesto que como se verá la forma tan peculiar de esta máquina obliga a disponer piezas de relativo peso con poca base de apoyo. Por todo ello es a mi juicio una pieza reservada para modelistas con cierta experiencia.
La primera dificultad a salvar es el propio bastidor exterior, la primera opción consiste en la construcción integral del mismo, y aunque tal vez sea la opción más interesante, en este caso aproveché un chasis que tenía por casa de la marca Arnold, aunque cualquier máquina del tipo BR-80 puede valer.
Sea cual fuere, la primera operación consistirá en desmontar las ruedas de los ejes para sustituir éstos por unos que sean 6 mm mas largos confeccionados con varilla de latón de 1’5 mm.
Es conveniente para esta operación disponer de un extractor como el que se ve en la foto
3 o similar.
En la foto 4 se pueden ver los largueros del bastidor externo (chapa de 0’8 mm), las bielas y manivelas (chapa de 0’5 mm), las dos traviesas del bastidor (cuadradillo de 1’5 y 4 mm), y el soporte del balancín torneado en varilla de 2 mm.
Las placas de guarda se pueden hacer a partir de cuadradillo de 4 mm, al que se practica un taladro en sentido longitudinal y bien centrado, para posteriormente hacer las guías con una lima triangular, y cortar finalmente la pieza.
Las manivelas se obtienen también del mismo cuadradillo, dándole forma a base de lima y cortando las seis necesarias.
Las bielas se pueden hacer en este momento, o bien dejarlas para más adelante, puesto que no se montarán hasta después de pintar el chasis, para facilitar esta operación.
El material empleado es latón de 0’5 mm, y se comienza taladrando y comprobando escrupulosamente las distancias entre centros de los taladros de las cabezas. En realidad la única biela que requiere una precisión absoluta es la de acoplamiento, ya que incide directamente en el movimiento de las ruedas. Una buena opción consiste en acoplar solamente los ejes extremos, lo que facilita mucho el ajuste.
Continuará.
Saludos