Ciertamente es una locomotora monumental: elegancia, majestuosidad, grandiosidad..., son adjetivos que definene perfectamente el empaque de una de estas bestias eléctricas en la época dorada de nuestro ferrocarril -tal y como dice Chema-. En Chamartín se las veía al frente de largos y maravillosos Estrellas, como este:, el Costa Verde nº 831 Madrid-Chamartín-Gijón con su 251 recién enganchada al tren esperando ya la hora de salida, la tarde-noche de un lejano ya 5 de febrero de 1986. Parece que fue ayer...
Saludos