En cuanto al Brexit me parece sorprendente que algunos se crean el fin del mundo predicado ciertos neoliberales en televisión, radio y prensa. Los mismos neoliberales -por cierto- que tomaron las riendas de la UE hace unos años y que han provocado paro, salarios africanos, despidos quasi-libres y una desigualdad en el reparto de riqueza jamás vista en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, y que ha llevado, en último término, a muchos británicos a votar a favor de la salida. Sin duda, el resultado del referendum puede tener muchas causas. Pero quien relegue a un segundo plano el empobrecimiento de las clases medias, creo que se equivoca.
Sin embargo, que nadie se preocupe; así como a esta Europa lo único que le importa de verdad es la libre circulación de capitales, el único logro europeo que hoy por hoy es un hecho incuestionable, los nuevos tratados bilaterales con Reino Unido asegurarán, de una forma u otra (porque hay mil trampas para hacerlo y el sistema lo permite) que el comercio no se vea perjudicado o, al menos, lo sea mínimamente, en tanto que a los dos países de cada acuerdo bilateral les interese. Las cosas serán diferentes, qué duda cabe, pero no quiere decir que vayan a ser peores. Si la situación de Reino Unido era ya anómala dentro de la UE (moneda propia, la más llamativa) nada impide que su nueva situación fuera de la Unión sea igual de excepcional... Y de tratados comerciales excepcionales, reconozcamos de una vez por todas que Europa "sabe un huevo y parte del otro", hablando mal y pronto. Claro que eso puede derivar en un problema político con el resto de miembros... pero será un problema político entre los que se quedan, que ante tanta excepcionalidad, puedan cuestionarse si no merece la pena salirse en tan excepcionales condiciones; para nada será un problema económico.
En cuanto a los trenes en miniatura y la situación de Electrotrén, me sorprende que, en general, no entremos en el porqué de los malos resultados, según lo que leo, durante los tres últimos años. Si ha habido cuantiosas pérdidas, sólo puede deberse a dos hechos interconectados:
A) Una exorbitada inversión inicial en modelos nuevos, en cantidad y calidad con estándares actuales y lo que ello supone (sobre todo material motor, 7200, 7500, 7700, 7800, automotores...)
B) Un retorno de las ventas no acordes a esa inversión, que se deriva de las condiciones tan peculiares de un mercado tan reducido como el nuestro.
Esa falta de retorno, ante modelos de calidad generalmente reconocida, sólo puede deberse a que Hornby ha pecado de:
1.-Desconocimiento de la capacidad de absorción real del mercado español de tantos nuevos modelos con tantas versiones y de aparición tan simultánea y continuada y a esos precios (sin juzgarlos, pero puestos en relación con la capacidad de adquisición del aficionado debido a los sueldos medios actuales). Panorama que nos conduce a esa temida expresión que nadie quiere pronunciar: BURBUJA DE PRODUCCIÓN EN SERIE MODELÍSTICA, que para mí es un hecho.
2.-Desconocimiento de la compatibilidad de modelos para un mismo comprador/cliente (quien colecciona 1500Vcc puede no coleccionar 3000Vcc y viceversa, quien colecciona diésel/vapor puede no colecciónar eléctricas y viceversa, nuevamente teniendo en cuenta los sueldos y lo reducido del mercado español)
3.-Impaciencia por recuperar una inversión que, a cuenta del tamaño de nuestro mercado, necesita de un mayor tiempo de amortización. Querer equiparar ese retorno con mercados como el británico, el francés o el alemán es vivir en los mundos de Yupi. La realidad es tozuda ante un buen plan de negocios sobre el papel.
Dicho lo anterior, tampoco los aficionados deberíamos lavarnos las manos sin reconocer que tal vez seamos una parte importante del problema, sobre todo con nuestro deseo compulsivo de ver varias novedades al año, a cada cual más rutilante, costosa de producir, e impecable a nivel de reproducción, llevados por la velocidad y las prisas de una sociedad de consumo cada día más frenética sin pensar en que esto podría traernos pan para hoy y hambre para mañana. "La avaricia rompe el saco".
Tal vez el mercado español sólo sea capaz de absorber un modelo nuevo de material motor cada tres años, hablando en términos de rentabilidad para las empresas, no lo sé. Tal vez es hora de reconocer que asistimos a un cambio mucho mayor en la oferta del modelismo ferroviario, y que quizás estamos viviendo los últimos coletazos de las grandes marcas de producción en serie; que finalmente estas marcas se verán sustituidas por kits, fabricación semi-artesanal/semi-industrial de pequeñas tiradas, sobre todo para mercados como el nuestro, y en vez de eso nos estamos agarrando a un clavo ardiendo que pudiera ser el canto de cisne de la fabricación en serie.
De momento, y hablando desde fuera y seguramente con un grado evidente de desconocimiento, tengo la sensación de que firmas mucho más modestas, como K*Train, concentrada en ganar lo que yo denomino "muchos pocos", más que "pocos muchos", está en una situación mejor que la todopoderosa Hornby-Electrotren. Sin duda, a pesar de los aciertos y errores de ambas marcas, la española aparezca poco afectada por el dichoso Brexit. Quizás, simplemente, sea el momento de concentrarnos en el momento presente y aprovechar la coyuntura actual, es decir, aprovechar la bajada de la libra esterlina, para comprar online productos británicos, como PECO.
Saludos
Carrington, que si hiciese caso a los agoreros televisivos, no dudaría en juntarse con otros tres de Bilbao para comprar el Palacio de Buckingham... ¿o es que la estrepitosa caída de la libra esterlina no lo es tanto?
Al parecer, talibán de la explotación ferroviaria a escala. A pesar de eso, me gusta un buen plato de spaghetti. De los de verdad.