Goedel escribió:
Por partes que se me acumula el trabajo.
@javierfl Debí tomar muy en sentido literal tu frase, es lo malo del lenguaje escrito, que da lugar a ambigüedades. Es cierto que nos conocemos todos, más que nada porque nos reflejamos al escribir, pero de ahí uno no puede pasar, por ejemplo, a no ser que ningún administrador incumpla la ley -la citada ley-, yo no sé de ti nada más que lo que tú mismo expones y escribes.
@javierfl Debí tomar muy en sentido literal tu frase, es lo malo del lenguaje escrito, que da lugar a ambigüedades. Es cierto que nos conocemos todos, más que nada porque nos reflejamos al escribir, pero de ahí uno no puede pasar, por ejemplo, a no ser que ningún administrador incumpla la ley -la citada ley-, yo no sé de ti nada más que lo que tú mismo expones y escribes.
De mí, como de otros foreros, todo el mundo sabe quien soy, cosa que no se puede decir de otros, pero allá cada cual si quiere mantener el anonimato. Soy de la opinión que escribir identificado es siempre mejor, sobre todo para el que escribe, aunque sólo sea porque así no cae uno en la tentación de excederse amparado en el anonimato, que, al final además, nunca acaba resultando tal. Pero ya digo, allá cada cual.
Goedel escribió:
En cualquier caso. Me gustaría hacer preguntas directas.
¿Consideráis que el peso de la conservación del patrimonio debe recaer en aficionados, amigos y ferroviarios?
¿Consideráis que el peso de la conservación del patrimonio debe recaer en aficionados, amigos y ferroviarios?
No sólo en ellos, pero también en ellos, en tanto que tienen mucho que aportar. La participación activa a diferentes niveles de la llamada "sociedad civil", es decir de la comunidad, es algo que todos los que se dedican al patrimonio con seriedad desean, porque, a fin de cuentas, el patrimonio se conserva por y para la sociedad, no para élites. En el ferrocarril, contra lo que piensas, en esto vamos adelantados respecto de otros patrimonios que acaban resultando más ajenos y distanciados.
En cualquier caso, nunca es malo que los responsables institucionales de la conservación del patrimonio bajen a la arena de la sociedad que tiene muchísimo que aportar. Quedarse en el despacho viéndolas venir o haciendo papelotes es la tendencia natural del gestor institucional y bien está que haya quien le recuerde, con su impulso y su trabajo, para qué está realmente y cuales son sus obligaciones y tareas.
Respecto del tema de las empresas, para bien o para mal, (posiblemente para bien) este asunto de la preservación ferroviaria aquí y ahora, es mal negocio en general. Por eso, las iniciativas empresariales suelen estar vinculadas no al libre mercado, sino a la captación de la subvención, que es una forma como poco peculiar de entender el juego de la oferta y la demanda. Tampoco fiaria en una empresa la conservación del patrimonio, porque negocio y conservación patrimonial no suelen casar muy bien sin grandes controles que, precisamente, van en contra de la lógica empresarial de disponer de libertad para logra el mayor beneficio. Eso no quiere decir que las entidades con afán de lucro no tengan su papel. Por otra parte, la gestión con criterios empresariales en muchos ámbitos es no sólo deseable, sino posiblemente imprescindible.
Goedel escribió:
¿Consideráis que este grupo de personas tienen la capacidad y conocimientos para poder gestionar proyectos de este calado, sabiendo priorizar necesidades y requerimientos?
Hay de todo, pero, desde luego, y más en una materia aún no reglada como ésta, hay grupos de personas benévolas o voluntarias capacitadísimas. Y no hablo de futuros. La prueba es, precisamente, los proyectos que han sacado ya adelante con éxito y con un nivel de seriedad y rigor difícilmente discutible. Presuponer que todos los voluntarios son unos incapaces iletrados es una falsedad, porque la realidad ha demostrado que suele resultar lo contrario.
Goedel escribió:
¿Consideráis que las iniciativas actuales están debidamente organizadas y coordinadas, de modo que no hay riesgo alguno que unas vayan en detrimento de otras y redunde en pérdidas irreparables de patrimonio por priorizar proyectos que tienen menos relevancia histórico-cultural?
La autoorganización es posible (y de hecho aquí en algún nivel ya existe y posiblemente se aumente) como evidencian las agrupaciones de organizaciones de ferrocarriles históricos de otros paises (Unecto HRA, etc), que es el cauce normal de organización y coordinación, que funciona perfectamente. Por otra parte, no he visto en nuestro, salvo casos muy puntuales, ejemplos de unas vayan en detrimento de otras o de perdidas de patrimonio aquí por esa causa, todo lo contrario. Las pérdidas han sido, esencialmente, por dejadez de todos y por notoria incapacidad institucional. Tampoco somos tantos como para pisarnos el pastel unos a otros.
En el ámbito en que nos movemos, insisto, el papel de los grupos de benévolos en coordinación con instituciones y empresas resulta básico y, desde luego, sólo hace falta repasar la historia de la preservación ferroviaria en España, su papel ha resultado absolutamente esencial y confío que seguirá siéndolo, porque su experiencia, conocimientos y entusiasmo son factores importantísimos.
El fenómeno de la afición al ferrocarril y su importante papel en al preservación del patrimonio histórico ha sido objeto de estudios, algunos de gran enjundia. Recomiendo, al respecto, por ejemplo, "British railway enthusiasm" de Ian Carter, publicado en la serie "Studies in popular culture" por Manchester University Press. Su capítulo 5 es especialmente interesante y en él de se plantean, aunque sea a nivel británico, las luces y las sombras del papel del voluntariado en la gestión de ferrocarriles históricos, mostrando, en cualquier caso, como de las cuatro líneas existentes en 1960, se pasa a 130 en 2003, la mayoría por inicitiva y gestión de voluntarios. La forma en que se articulan estas iniciativas, con participación de empresas e instituciones en la gestión a diferentes niveles, sus problemas, ventajas y contradicciones, son como todo, materia de interesante complejidad. También demuestra que, en el ámbito británico de la preservación ferroviaria, el nivel porcentual de los voluntarios es mucho más elevado que en otros patrimonios (afortunadamente diría yo), con un 90% de trabajo voluntario del total, sólo seguido por la conservación de las iglesias que ronda el 80%. Los voluntarios en los museos en general apenas llegan al 60%. Confirma lo que yo señalaba antes.
Saludos:
Javier.-