renfero escribió:
(...) ¿De quién era la responsabilidad comprobar que se daba el señalamiento a la vía, en el caso que fuera necesario? Otras veces se instalaba un cartelón (rojo y amarillo) para señalar al último coche de cola. ¿Cuando se debía fijar? ¿Quizás cuando no funcionaban las luces de cola del último coche?
Creo recordar que alguna vez leí que los coches disponían de unos enclavamientos por cerraduras, en un armario situado en los testeros para encender las luces de cola según fuera necesario. ¿Alguien posee de alguna foto de dichos cuadros? Muchas preguntas he formulado, simplemente me gustaría si alguien pudiera dar un poco más de información al respecto, un asunto muy muy particular de os ferrocarriles, por otro lado.
Gracias.
Hola Renfero. Respondo a una de tus preguntas con lo que recuerdo como viajero.
En las plataformas de acceso de los coches, en la pared de las puertas de intercomunicación había un pequeño armario situado a la altura de la vista en el que se leía "Luces de Cola". Iba cerrado con llave de cuadradillo. Como lo vi abrir una vez, no me puedo resistir a contar la anécdota.
Sería a finales de los años 80 en el Estrella Galicia dirección Barcelona. Yo viajaba a cola de tren, en el sentido inverso de la marcha. Las estaciones de los núcleos habitados tenían personal de circulación fácilmente reconocible por sus gorras (en el tramo que esto sucedió ya había CTC y no las llevaban rojas, sino azules). Al paso de los trenes salían del despacho de circulación para comprobar que no se había producido ningún corte de material, como era reglamentario. Al pasar por Borjas Blancas observé que el Jefe de Estación se quedaba mirando más de la cuenta, y que en Montblanc estaban el Factor y el Especialista mirando también la cola del tren. Finalmente en Plana - Picamoixons le dieron parada, y el ayudante del maquinista se bajó de la 269, acudió al mencionado armario (yo ya me había ido a la plataforma a ver qué pasaba, afición manda). El ayudante me comentó que íbamos sin luces de cola. Accionó los distintos interruptores varias veces sin resultado, de modo que se fue a la locomotora y regresó con dos faroles rojos, que supongo eran de la dotación de la japonesa. Le ayudé a colgarlos, nos dimos las gracias y hasta hoy, que he recordado la anécdota para contestarte.
Y ahora tras releer lo que he escrito me doy cuenta de que en la actualidad tenemos un ferrocarril SIN:
- Sin material convencional de viajeros.
- Sin trenes de viajeros nocturnos.
- Sin gorras identificativas.
- Sin personal de circulación en las estaciones de paso.
- Sin ayudantes de maquinista (de verdad).
- Sin faroles rojos a cola de tren.
- Sin que nos podamos asomar a ver qué pasa...
...sin aquel encanto.

Ahora mismo me volvía a aquellos tiempos si pudiera, je, je.
