Lauria1226 escribió:
El modelo que pretende seguir Barcelona, es uno que se ha demostrado que funciona y con éxito en casi toda Europa (París, Londres, Copenhague, Berlín...etc.) con las lógicas variantes aplicables a cada caso. Por si no os habeis enterado, media España reside en los alrededores de Barcelona que además, en los últimos años la afluencia de la inmigración ha hecho llegar el nº de habitantes a una cifra cercana a los 4.000.000 de personas. Creo que cualquiera puede darse cuenta que en estas circunstancias el transporte público ha de gestionarse de una manera específica, manera que a no tardar, será inevitablemente imitada por otras zonas densamente pobladas de la península, mientras eso no ocurra, se cuestionará ferozmente, al igual que todas las demás iniciativas, bajo el prisma identitario. En pocas palabras, es el resto de España quien tiene que ponerse las pilas e imitar la experiencia de Barcelona. Desde la integración tarifaria al logotipo, pasando por una explotación diferenciada del resto de la red. Por supuesto, si en la villa y corte u otras quieren poner el toro de Osborne en el frontal de las unidades, por mi parte, nada que objetar.
Estoy completamente de acuerdo contigo Lauria. Los trenes de Barcelona se tienen que gestionar des de Barcelona, los de Madrid des de Madrid y etc etc etc...
El problema es que QUIÉN los gestiona Y CÓMO los gestiona no tiene ni puñetera idea de ferrocarriles. Si lo dejamos en manos de RENFE, ADIF y el gobierno central vemos que no se fijan en cómo están las cosas aquí por mucha zona Noreste que seamos y por mucha central de cercanías Barcelona que tengamos. Y claro, si quién tiene la pasta no sabe que aquí hace falta (y además no se lo hacemos saber y cuando se lo hacemos saber no se entera, no se quiere enterar o le da igual o...) pues lo llevamos claro.
Pero el problema AL CUADRADO aparece cuando metes en la cadena de mando de toma de decisiones y discusión de asuntos a alguien que:
1.- No sabe lo que es un tren de cercanías
2.- Ignora completamente la realidad de la circulación ferroviaria
3.- Está completamente plegado a la voluntad de los ayuntamientos en materia urbanística y no atiende a razones
4.- Confunde dramáticamente calidad y capacidad de servicio con frecuencia de paso
5.- Tampoco tiene la potestad sobre las vías, ni las estaciones ni ningún elemento de infraestructura vital.
6.- No tiene las luces (ni el interés) suficientes como para bajar a las vías y empaparse de la realidad que allí existe.
¿Entonces qué hemos conseguido? Simplemente meter en el organigrama un montón más de gente a la que dar explicaciones y pedir permiso para mover un tren o realizar un servicio. Volvemos a complicar aún más las cosas, aumentamos los costes y, PARA POSTRE, tiramos el dinero pintando las UT's de colores distintos, poniendo cartelería de colorines nuevos... Por favor, que alguien me diga dónde está la bondad de todo esto porque yo no la veo por ningún lado.
Y Lauria, muchas gracias por dar tu opinión. Está demostrado en que si nos respetamos podemos entablar conversacion cordialmente sin que salte la concordia por los aires.
Un saludo.
N.f.