De esta tarde, en la urbanización Cambrils Mediterrani. Ya han retirado todo el balasto, como mínimo entre Cambrils y Miami Platja. Como curiosidad, este camión está pasando por el antiguo puente ferroviario sobre la Riera de Riudecanyes. Este punto fue el triste protagonista de un trágico accidente acontecido en 1907.
Texto de Wikipedia traducido del catalán:
El 25 de noviembre de 1907, el tren núm. 702 exprés Barcelona-Valencia de la línea de los Ferrocarriles del Norte salía de la estación de Francia de Barcelona a las 8h de la mañana dirección Valencia. Estaba formado por la máquina de vapor, el furgón del carbón, un vagón de equipajes, un vagón de tercera clase, dos de primera y el furgón de correos que cerraba el convoy. Al paso por Tarragona (alrededor de las 10:51h) se añadió otro vagón de primera detrás del convoy como respuesta a la reclamación que hizo un pasajero con influencia para poder fumar durante el trayecto, ya que en dos de primera iniciales estaba prohibido fumar, aquel hecho le salvó la vida unos instantes más tarde. Alrededor de las 11:15h el tren llegó a Cambrils y continuó rumbo a la inminente catástrofe.
El puente del ferrocarril que pasa por encima de la riera de Riudecanyes tiene una longitud aproximada de unos 150 metros y unos 4 metros de altura y está sostenido por doce colmillos. En el momento del incidente, el tramo entre el penúltimo y el último colmillo se hallaba apuntalado de forma provisional desde hacía tres años, con motivo de una visita que hizo el rey Alfonso XIII a Barcelona y Valencia. Desde entonces no se le había practicado reforma alguna y el peligro que amenazaba era evidente. Una hora antes de pasar el expreso nº702, había pasado con un exceso de velocidad un tren de carga con 40 vagones cargados que probablemente debilitó aún más el mal estado del tramo apuntalado. El expreso de viajeros entra en el puente con toda normalidad (eran alrededor de las 12 del mediodía) a una marcha de unos 50 km/h hasta que al llegar al último tramo, la estructura del puente empezó a ceder , pasando la máquina, el furgón de carbón y el vagón de tercera. Pero el vagón de primera se empotró contra la pared del terraplén donde acaba el puente y, seguidamente, cayó al vacío el segundo vagón de primera, aplastándose en el fondo de la riera. El maquinista al darse cuenta del fatal suceso, dio más marcha a la máquina lo que provocó el descarrilamiento de ésta y la rotura del gancho que la unía con los otros vagones. De esta forma, los vagones afectados a la tragedia fueron los dos de primera que ocasionaron 22 muertos y 49 heridos. La gente de las poblaciones de Mont-roig y Cambrils no tardaron en aproximarse al lugar de la tragedia para socorrer a las víctimas y recuperar los cuerpos de los difuntos.
A la hora de pedir responsabilidades sobre el accidente, ya que fue provocado por una negligencia, la compañía de Ferrocarrils del Nord, responsabilizó al maquinista que hizo descarrilar la máquina, debido al derrumbe del puente. Pero, realmente, se considera que la negligencia fue de la compañía por no mantener unas infraestructuras adecuadas, más cuando el puente estaba en mal estado y que se derrumbará a consecuencia de fallar el último pilar que sostenía el puente, apuntalado con maderas desde de hacía tres años.[hace falta citación] La cuestión se debatió en el Congreso y, finalmente, se responsabilizó al maquinista de que también fue una víctima mortal más, escapándose así la compañía de indemnizar a los familiares de las víctimas mortales ya los heridos.
Algunas víctimas
Algunas de las víctimas mortales fueron Ramon Martí Tomàs, comerciante de la villa de Xerta, Henry Fressinier,[1] de origen francés, también un importante empresario de aceites de Vinaròs, Gustavo Trost, director de las sucursales del Crédito Lyonnais de Barcelona y Valencia, la familia Baviera de Torrent (los hermanos Fermí y Tomàs y sus respectivas hijas) importantes comerciantes de vinos, Baltasar Urra y su esposa, apoderados de los duques de Medinaceli, Juan Castellà y su cuñada Teresa Costa, propietario de la fonda Barcelonesa de Tortosa, José Dobano y esposa, adinerado gallego que había hecho fortuna en Cuba
Actualmente en el último pilar del puente hay una placa aunque muy dañada, conmemorando el centenario de este trágico accidente. Espero que, con la rehabilitación de la infraestructura a vía verde, se le de el sentido que merece.
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