Nostálgica imagen de un Tren Expreso Madrid-Cádiz a punto de partir de la Estación de Atocha, en 1975.
Este trayecto en 1867 duraba 25 horas, en 1892, un cuarto de siglo más tarde, aún se tardaban 19 horas, aunque los primeros trenes expresos alcanzaban ya los 40 km/hora de velocidad.
En 1930 se había logrado bajar hasta las 12 horas, pero la Guerra Civil y la destrucción de buena parte de las infraestructuras disparó de nuevo la manecilla del reloj: 16 horas y media el viaje en 1950.
Los años del desarrollo, con la llegada de los tecnócratas al poder en la década de los sesenta, mejoró las máquinas más que las líneas, especialmente con la expansión del Talgo, la estrella de los ferrocarriles españoles. En 1970, el viaje ya está por debajo de las 10 horas; 8 en 1980 y poco más de 7 horas en 1990.
Cortesía : Cuéntame como era Madrid
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