FTS escribió:
En efecto. Era el olor a F.T.S desprendente de las zapatas de madera, exquisito. En las entrevías solían estar esparcidas de piquete a piquete nuevas, con el objeto de ser cambiadas por los agentes del recorrido en cualquier momento. Era un ferrocarril moderno.
Exquisito es la palabra exacta para describir ese olor, que creo es el único olor que tengo tan grabado que soy capaz de recordarlo y volver a sentirlo. Un aroma sumamente evocador...
Parece que el uso de zapatas de madera era para evitar que las esquirlas de las zapatas de fundición se pudieran meter en los equipos eléctricos bajo los coches, pero fuera como fuera, el olor de tantos trenes frenando en Aduana lo impregnaba todo y toda la estación olía a eso...
Posiblemente fuera hasta cancerígeno, porque era una especie de mezcla entre creosota, madera quemada, aceite y humedad, creo que nada de ello muy sano, pero aún así daría algo por volver a olerlo...
Saludos:
Javier.-