prado escribió:
Uno de los aspectos de este caos ferroviario es el “EFECTO RED” prácticamente nulo en las líneas en la alta velocidad y muy deficiente en la red convencional.
En el año 1985 se cerraron casi tres mil kilómetros de vías deficitarias posiblemente sin considerar ACTUACIONES ALTERNATIVAS en esas líneas (como circulaciones locales con material ligero; alternativa de emergencia a las líneas principales; tráfico de mercancías, etc.).
Antiguamente había más alternativas a muchas líneas, bien es verdad que la infraestructura se construía con criterios “universales” de operatividad.
Recuerdo haber viajado en el “Atlántico Expreso” de Madrid a La Coruña ¡vía Segovia! por incidencias en la línea de Ávila; en el mismo tren haber circulado vía Zamora por averías en la línea de León.
Y así, de la misma manera, se podía circular a Valencia vía Cuenca si había incidencias en la línea de Albacete. Al País Vasco vía Soria, o en el “directo” vía Aranda, evitando la línea “imperial” de Valladolid. A Andalucía occidental por Ciudad Real si no se podía circular por Despeñaperros. Y muchas otras que no detallaré para no ser prolijo.
La tendencia, la moda actual, es hacer las cosas “justas” para que funcionen -ECONOMÍA DE ESCALA-: De esta manera, si un tren de alta velocidad no puede circular a Valencia desde Chamartín, por ejemplo, porque no puede utilizar el túnel Chamartín-Atocha, y por su gálibo tampoco puede utilizar la vía de contorno de Madrid, se tiene que quedar inmovilizado.
Prever grandes incidencias como las que nos están sucediendo debería estar presente en el replanteo de las redes de ADIF, pero aquí se aplica la máxima de Mingote: “QUÉ GANAS TENGO DE QUE SE CAIGA ALGUIEN POR ESTE BARRANCO PARA QUE PONGAN UNA BARANDILLA”.
Ninguna red de ferrocarril se hace con ese "EFECTO RED".
En España había alternativas en la red convencional de RENFE porque realmente son las redes superpuestas de varias compañías previas. Eso se ve especialmente en las zonas limítrofes de Norte y MZA con infraestructura prácticamente duplicada. Muchas de esas duplicidades es lo que acaba ocasionando que muchas compañías privadas quiebren ya que igual no hay mercado para ambas.
El caso del directo de Burgos fue construido por iniciativa pública a lo largo de casi 40 años, con serias dudas sobre su viabilidad desde sus comienzos y con oposición de Norte, fuera del sistema de concesiones.
Si hay duplicidades al final se usa una ruta o la otra, salvo que el tráfico sea tan brutal que salga a cuenta mantener ambas. Como esto último no pasa casi nunca al final se cierra.
Si ya se dice que la mayoría de LAVs son deficitarias no imaginó como sería con duplicidades.