Acompaño un video alusivo para tocar un tema que me interesa especialmente para refrescar mis recuerdos que están confusos y difusos. En el relato de los hechos puedo por tanto cometer errores e inexactitudes sobre los que agradecería corrección o precisión y pido perdón de antemano.
En el año 84 después de habernos ninguneado a los Amigos del Ferrocarril en nuestra celebración del centenario de la línea, Renfe decidió corregir su error y por octubre organizó sus propios actos.
Digo ninguneó porque entre mis recuerdos está la retirada a última hora de la autorización a un tren conmemorativo a vapor de Gijón a Busdongo, negando la misma alegando motivos técnicos, entre los que estaba que la locomotora de vapor resultaba muy alta para el Pajares y podía producir arcos con la catenaria. Los hechos demostraron meses después que este argumento era discutible, ya que la Vaporosa vino finalmente a los actos de octubre y pasó el puerto sin problemas, eso sí, a remolque.
Los actos del primer centenario consistieron en un viaje ida y vuelta a Busdongo con la 7758 y una composición de costas y cincomiles. Se celebraba esos días el Congreso Nacional de Asociaciones de Amigos del Ferrocarril, organizado obviamente de forma coincidente con el centenario. A aquel congreso tuve la suerte de asistir pese a mi juventud y escasos recursos. Creo recordar y espero no equivocarme, que fueron Javierfl y Santiago González Estrada quienes tuvieron la gentileza con los jóvenes de la asociación de dejarnos asistir en calidad de “ayudantes” para lo que surgiese.
El cambio de tracción fue mal recibido por la gente que compró sus billetes publicitados mediante unos bonitos carteles color sepia con la leyenda “Tren a vapor por Pajares” sobre una foto retocada de Manolo Maristany de su libro Adios Viejas Locomotoras. Fue un trago amargo más de nuestro humilde centenario.
El de Renfe en cambio fue una orgía. Este primer video alusivo es la salida de Gijón de uno de los tres trenes a vapor. Traccionaba la espléndida vaporosa, aquella ex 1000 del Oeste. El tren circulaba hasta Oviedo vía ramal de Viella. El segundo tren cuyo recorrido no recuerdo (probablemente venía desde Ujo hasta Oviedo) lo encabezaba la Escatrón, que a mí nunca me entró por los ojos. Ambos coincidieron en la estación de El Caleyo y circularon unos kilómetros en paralelo hasta su entrada triunfal en Oviedo rodeadas del más absoluto caos circulatorio de la nacional N630. El último tren era el de la Mataró, que se usó de Busdongo a la Perruca para llevar al rey Juan Carlos para la inauguración del monolito conmemorativo como parte de los fastos.
Y aquí lo dejo para no extenderme más en espera de alguna aportación sobre aquel centenario.