El depósito de Rubi estaba siendo finalizado, pero ya empezaba a ser utilizado y cobrando cada vez mas protagonismo respecto al de Sarria, durante ese año FGC se embarcó en una empresa pionera en nuestros ferrocarriles, tal como vender los trenes como anuncios móviles, una actividad ya usual en el extranjero, y a la que las cajas de Ahorro catalanas acudieron como primeros clientes.