javierfl escribió:
De este interesante artículo me quedo sobre todo con lo de que " Pues bien, a diferencia de lo que ocurre en la gran mayoría de los países del mundo, España decidió romper la citada unidad de explotación estableciendo que la gestión de las infraestructura ferroviaria y la prestación de los servicios debían estar drásticamente separadas, y ha atribuido aquella al Adif y esta a Renfe y a las empresas privadas que, teóricamente, compitan con ella."[...]"los resultados de la separación están siendo desastrosos, tanto desde una perspectiva económica como de eficiencia y captación de tráficos."
Esa separación, trasposición de lo que se hace en aviones y carreteras, como algunos ya decimos desde hace mucho carece de sentido en el ferrocarril por la propia naturaleza del transporte ferroviario. Se ha tratado de un experimento de los burocratas de Europa, por cierto no aplicado del todo en los países que lo promovieron, y que se ha ensayado aquí. Los resultados ya se ven...
Saludos:
Javier.-
Interesante reflexión. Efectivamente la desconexión del ERTMS en las cabinas de los Alvia por problemas de compatibilidad con los sistemas instalados en las vías es una prueba de la evidente descordinación entre Adif y Renfe
Pero yo voy todavía un poquito mas lejos. Reconozco que no soy un experto en la materia pero creo que hay un error de base en el reglamento de circulación ferroviaria. Me refiero a que las balizas y señales solo protegen EXCEPCIONES TEMPORALES (trenes detenidos en la vía, cambios de agujas, obras...) dejando a la mano de Dios, al cuadro de horarios y a la memoria del maquinista (que hace el papel de un mero robot ejecutador de procedimientos y no el de un conductor) los PELIGROS PERMANENTES (la fatídica curva)
Puede que ese modelo de conducción de trenes estuviese muy bien en el siglo XIX donde abundaban los tramos de vía única y muchísimas paradas en las estaciones. Pero en una linea de alta velocidad, con vías desdobladas y casi ninguna parada, no le veo ningún sentido, es mas, me parece una locura. Del mismo modo, cuando no había ordenadores, unos protocolos basados en una secuencia temporal de procedimientos a ejecutar por parte del maquinista me parece una idea estupenda. Pero no así en la actualidad ya que gracias al desarrollo de la informática podemos automatizar muy fácilmente esa secuencia de procedimientos. No hay nada que haga mejor un ordenador que precisamente secuenciar órdenes. Y los ordenadores además NO SE DISTRAEN cuando les hace una llamada de protocolo el interventor.
Me parece increíble pues que en pleno siglo XXI los maquinistas lleven (que no conduzcan) el tren en base a un cuadro de horarios en papel cuando eso debería ser misión de un ordenador.
Con ésto no quiero decir que haya que eliminar a los maquinistas, todo lo contrario. Se trata que los maquinistas hagan funciones de personas, no de máquinas.
Las máquinas solo ejecutan aquellas órdenes para las que han sido programadas con lo cual no son capaces de responder ante imprevistos. Además a veces se estropean. Esa debe ser la función de un maquinista del siglo XXI: solucionar imprevistos, tomar decisiones racionales y revisar el buen funcionamiento de las máquinas. Pero no SUPLIR A LAS MÁQUINAS, el maquinista no es una máquina.
Un reglamento absurdo que limita las propias posibilidades técnicas del ASFA. El ASFA me parece un buen sistema en si mismo. Tan bueno que podría haber evitado el accidente. Si no lo hizo es porque el propio reglamento se lo impidió. Me explico
Como las señales y balizas solo protegen excepciones temporales, y no había ningún tren detenido delante en la vía, el pobre maquinista se fue encontrando uno tras otro todos los semáforos en verde. Simplemente porque el amarillo no está contemplado en el protocolo para contemplar un PELIGRO GENÉRICO sino tan solo el preaviso de parada a otro semáforo en rojo protegiendo a un tren detenido en la vía (excepción temporal). Como no había tren en la vía pues nunca se puso en amarillo. Siento decirlo, pero me parece una falta total de inteligencia y sentido común mantener unos protocolos de circulación como esos. Y me parece todavía muchísimo peor que tras tanto tiempo NADIE SE LOS HAYA CUESTIONADO. El problema de éste país es que nadie se cuestiona las órdenes de sus superiores jerárquicos aunque demuestren ser unos auténticos gilipollas.
Con las balizas tres cuartos de lo mismo. Existen balizas de limitación temporal de velocidad y ninguna ley física o divina impide utilizarlas para prevenir peligros genéricos permanentes. Lo único que lo impide es que dicha aplicación no está contemplada en un maldito protocolo del reglamento. Y como aquí, comenzando por el maquinista, todo el mundo se limita a ejecutar procedimientos sin cuestionárselos y no había ninguna obra (excepción temporal) pues no se instalaron. Al final al Gobierno no le ha quedado mas remedio que obligar a ADIF a hacer una excepción a tan absurdos protocolos e instalar las correspondientes balizas haciendo otras funciones mucho mas útiles que las indicadas en los protocolos del reglamento: FRENAR UN TREN ANTES DE UNA CURVA. Al final ha triunfado el SENTIDO COMÚN, pero un poco tarde para las familias de todos esos muertos.