Um, esto... ¿qué esperabas?
Me refiero a que tenemos la cultura ferroviaria y de conservación de patrimonio industrial que tenemos (y que tiende peligrosamente a cero). Y podemos dar gracias a las figuras de numerosos aficionados y profesionales que, quizá a veces de manera inconsciente, han posibilitado que algunos objetos de dicho pasado hayan podido llegar hasta nosotros simplemente en papel fotográfico.
Seamos realistas: tal y como está y ha estado el nivel cultural del país en general, pretender que temas tan específicos hayan conseguido sobrevivir al paso del tiempo, me parece quimérico. Triste y descorazonador, también, claro. Pero las cosas son así.
Perdón por el pesimismo del mensaje; indudablemente ayer tuve un día de trabajo de perros.
Saludos
Carrington, preguntándose si las cosas hubieran sido diferentes de haber sido los banqueros y los políticos aficionados al fc.
Al parecer, talibán de la explotación ferroviaria a escala. A pesar de eso, me gusta un buen plato de spaghetti. De los de verdad.