En Madrid me he ido conformando con un "Teppichbahn" desmontable, hasta que el ansia me ha podido y he decidido construir una maqueta aquí. Sólo que el espacio libre en mi casa es inexistente, hasta para los más modestos trabajos abatibles. Colgarla del techo no es una opción por diferentes motivos, de modo que he decidido construir la maqueta más pequeña posible (eso si, en H0).
Utilizando vía C de Märklin, el radio mínimo me da para hacer un óvalo que se puede inscribir en un tablero de 120 x 80 cm. Una enanez, vaya, pero me permite guardarlo en el trastero sin descabalar toda la vida familiar y es suficientemente ligero como para moverlo cuando haga falta.
La estructura es sencillísima: dos planchas de contrachapado de 5 mm unidas por un bastidor fabricado con dos listones de samba de 240 cm de largo y 2.5 x 1 cm de perfil (uno para los lados largos 120x2 y otro para los lados cortos y un travesaño central 80x3). Más sencillo y barato imposible.
Una vez montado con cola blanca y clavos, lo he colocado "al revés", es decir, con el contrachapado hacia abajo y he rellenado la bandeja resultante con plancha de porexpan de 3 cm de espesor.

Sobre el corcho blanco he dibujado el complejísimo trazado de vía y me he puesto a tallar como un loco, cavando para bajar el nivel y añadiendo trozos de porexpan para elevar el terreno. Las fotos que siguen son bastante autoexplicativas, pero si tenéis alguna duda aquí estoy.






Esta última imagen parece sacada del "Ferrocarril Transantártico" ¿verdad?
