Qué curioso tanto quejarnos por la crisis y si 40 euros de más o de menos, que si robo, que si lo vale o no, que si carritos....cuando en realidad somos unos privilegiados que al menos nos planteamos comprarla o no. En este país, con crisis o sin crisis la gente nos gastamos la pasta en caprichos tipo trenes, bares, tabaco, internet, super teléfonos móviles y demás. Os imagináis en Kenia debatiendo si con el precio de una locomotora se podrían comprar 20 sacos de arroz....No somos más que unos privilegiados sólo por permitirnos debatir estas cosas. Eso no está mal. Lo que está fuera de lugar es quejarse y no ser consciente de ello.
Saludos