Hola, Foreros. Y anticipados buenos deseos para todos en estas fechas y las que vengan.
He vuelto a pensar en cierta fecha como esta cuatro años después de su centenario.
Os dejo mi reflexión.
Hoy hace 104 años que en tierras de Flandes unos hombres dispuestos a matarse abandonaron por unas horas sus diferencias y sus odios para salir de sus refugios, tirar con sus armas, y rivalizar únicamente en un improvisado partidilllo de fútbol que se jugó en la Tierra de Nadie, la zona que ningún Ejército ocupa entre las trincheras enemigas. También intercambiaron regalos como whisky, chocolate o cigarrillos, lo poco que llevaban consigo.
Creo sin lugar a dudas que es el partido más importante de la Historia. Y el más emotivo. Y el que no debería volver a jugarse nunca más.
Por unas horas, incluso días según algunas crónicas, decidieron recuperar todo lo que habían perdido, desde la ilusión de la infancia, hasta la alegría de los seres queridos alrededor de la mesa, o la paz de sus almas. La sonrisa. La alegría de la vida.
Ingleses y alemanes se unieron para cantar villancicos y salmos, consolar mutuamente sus pesares y enterrar con solemnidad a los muertos en las batallas.
Fue durante la Gran Guerra, e irónicamente uno de los gestos de mayor humanidad que se pueden esperar.
Y por eso el Espíritu de la Navidad no pertenece a religiones o creencias, si no a lo que cada uno queramos albergan dentro de nosotros.
A todos los que quieran salir para volver jugar ese partido, al menos durante estos dos días, olvidando disputas, revanchas, diferencias y odios, les deseo una Feliz Navidad.
Y a los que prefieran quedarse en las trincheras, tragando hiel y afilando bayonetas, pues también.
Y al inabarcable resto de buenas personas que viven en este mundo, ¡FELIZ NAVIDAD!
¡Chin, Chin...!
Miguel B.
Miguel B.