Me vais a perdonar que intervenga. La posible suerte o fortuna de un caso particular que depende, además, de muchos factores externos (cambios de temperatura, humedad en el ambiente, variación estacional) no puede servir para generalizar, es decir, para dar una práctica como aconsejable. Después de décadas de libros escritos, y modelistas a lo largo y ancho del globo que hemos practicado, sabemos dos cosas CIERTAS:
-La mejor construcción es la que está basada en un armazón geométrico a base de listones, cuadernas, tirantes... como los queráis denominar, que forman una estructura denominada comúnmente indeformable básicamente por la compensación de fuerzas en diferentes sentidos de dichas piezas al unirlas.
-Sobre ese armazón puede ir (aunque no es obligatorio, como lo prueban los bastidores en "L" de origen norteamericano) un tablero para casos en los que la variación de terreno vaya a ser nula. Fijaos en un hecho importante: el condicional PUEDE y no DEBE, es decir, que ese tablero superior no da consistencia extra a la torsión o, al menos, no la suficiente si es compensada con un armazón bien planteado.
Así pues, basar la consistencia en el tablero y no en el armazón, me parece un error grave. Otro factor que se ha constatado en los últimos años y que es muy importante es el siguiente:
Mayor grosor NO equivale a mayor estabilidad. Y de ahí que el contrachapado esté sustituyendo, como han apuntado los compañeros, incluso a los listones cuadrados de 20 mm. Haciendo las piezas de contrachapado más altas (ahí están los numerosos módulos para demostrarlo), la dificultad a la torsión se incrementa, por lo que es ya habitual que se hagan los armazones con contrachapado incluso de grosores en torno a los 5 mm.
Y es que olvidáis algo importante. En nuestro hobby, el peso sigue siendo un factor decisivo. Y según pasen los años, más lo será para vuestros brazos, piernas, lumbares y abdominales. Así que reducir el peso es una evolución indispensable que se está afrontando en el modelismo desde hace ya muchísimo tiempo de cara al ahorro de fuerza física y a la maniobrabilidad.
Hace diez años que tengo un óvalo para rodar locomotoras, con listones de 20 mm x 20 mm y contrachapado de 10 mm. Inalterable. Hoy en día NI SE ME OCURRIRÏA construirlo así. A pesar de estar dividido en dos módulos, por la mitad, cada uno pesa una tonelada. Y voy cinco días a la semana al gimnasio. Hoy buscaría otros materiales.
Pero la apuesta es indudable: armazón currado mentalmente y tablero, en caso de que sea necesario, o parcial sólo en las zonas requeridas por el relieve.
Saludos
Carrington, dejando el aglomerado para lastrar locomotoras a escala 1:1
Al parecer, talibán de la explotación ferroviaria a escala. A pesar de eso, me gusta un buen plato de spaghetti. De los de verdad.