Estos problemas vienen motivados porque el enganche Kadee no fue concebido, en origen, para funcionar con cajetines NEM que, en honor a la verdad, tienen una altura distinta dependiendo de las veleidades de cada marca, y estropean un diseño de ingeniería perfecto.
El cajetín NEM es un apaño nada bien resuelto que transmite su falta de exactitud y estropea el Kadee. La solución, ya propuesta por Le Plat hace años, es eliminar el dispositivo de enganche corto y adoptar como enganches los famosos enganches con bigotes, los Whiskers
que, además de contar con varias longitudes, vienen con tres posiciones fijas (con la cabeza alineada con el brazo del enganche, como en la foto, por encima del brazo o por debajo) y que sirven para cualquier tipo de material.
El problema es que muchos modelistas se horrorizan ante una operación que no tiene vuelta de hoja, pero parece ser que el cajetín NEM con Kadee ha demostrado algunos problemas de funcionamiento y desenganche en rampas y pendientes con material de longitudes diferentes.
Sin el dispositivo NEM, con los enganches de bigotes y el galibó de altura de la marca, casi nunca hay que tocar el timón curvo, ya que la altura de partida del enganche sobre el carril es siempre la misma, realizando el ajuste final mediante suplementos de plasticard finos fáciles de adquirir. En cuanto metemos el cajetín NEM, estropeamos el invento.
Que Loco Revue se negara a publicar el jugoso artículo de Le Plat, basado en décadas de utilización del Kadee, y cuyas virtudes la revista nunca había tenido problemas en alabar a través de los artículos de este mismo autor, da fe de que el problema técnico con el cajetín NEM tiene su miga... y que los anunciantes obligan.
Saludos
Carrington, admirador de Le Plat
Al parecer, talibán de la explotación ferroviaria a escala. A pesar de eso, me gusta un buen plato de spaghetti. De los de verdad.