Es un tema recurrente que ha salido a lo largo de los años. Sin una estadística seria, es aventurado decir que el modelismo en España "se muere". Sin embargo, y en relación a mi reciente charla con modelistas que considero muy cabales y todo un ejemplo a seguir, sí que podemos constatar una serie de hechos:
1-En España se practica más coleccionismo que maquetismo. Aunque ambos bien pueden encuadrarse bajo el paraguas del modelismo, no son exactamente lo mismo. Y aunque es evidente que ambos permiten a los fabricantes y artesanos de material rodante seguir en el negocio, a mi parecer es el maquetismo el que permite en mayor grado, el desarrollo de la afición, puesto que ejemplifica a la perfección que la mejor manera de apreciar unos espléndidos modelos es en su entorno natural. Ello calma nuestra ansia de "contemplar los trenes pasar", a la vez que espolea nuestras ganas de hacer algo parecido en la medida de nuestras posibilidades. Da igual que empecemos con un óvalo sobre la alfombra con unos desvíos, y que luego pasemos a algo "con fundamento", como dice Arguiñano. El caso es meternos en faena.
También es verdad que la afición puede expandirse desde ambos lados y que siempre son comunicantes: o bien nuestro interés es reproducir un fragmento de línea y creamos una maqueta, después de lo cual empezamos a conocer que existen modelos de coleccionista que nos gustaría ver rodar por ella, o puede ocurrir al revés: alguien ahorra para tener un modelo que siempre le llamó la atención y, cuando está en su poder, le vienen las ganas de hacer un proyecto modelístico para que el modelo de sus sueños se deslice por un fragmento de paisaje que le gusta. Si a alguien le atrae el mundo del tren y su entorno no le ha permitido adquirir conocimientos ferroviarios, es cierto que suele llamar más la atención la maqueta en sí y no tanto un modelo de material en particular.
Hay coleccionistas que no tienen interés en hacer maquetas. Pero a mí me da la sensación, aunque es una idea puramente personal, de que hay causas que encubren esa aparente falta de interés. De hecho, pocos coleccionistas habrá que no se relaman de gusto al poder pasear su espléndido material de vez en cuando por la maqueta de alguna asociación.
2-El hecho de que no haya maquetas españolas se refleja en que las revistas del ramo no hacen más que ofrecernos reportajes de maquetas extranjeras, salvo honrosas y estupendas excepciones conocidas por todos. Toque de atención para los que contemplamos la afición desde la barrera. Charla, toda la que se quiera, pero mano de obra, hace falta, y mucha. Alguien puede decir: "¡Hey! Un momento, sí que se hacen maquetas". Eso nos lleva al punto siguiente.
3-No necesitamos más "Iberamas de los 80". Basta de ochos sin sentido, dieciséises, treintaidoses o spaghetti de vías bajo un cielo mediterráneo, cantábrico o mesetario. El maquetismo español, si quiere sobrevivir y evolucionar al nivel del resto de nuestros compañeros europeos, no puede permanecer anclado en un concepto de hace 40 años que ya entonces estaba anticuado. Iniciativas como la de Loco Revue de Train 'n Box que te han comentado son mucho más interesantes de cara a fomentar el maquetismo y la afición. Una vez más, montar con nuestras manos, aunque sean edificios sencillos, kits fáciles y un pequeño óvalo para probar el gusanillo (pero con la mitad oculta, simulando cierta realidad) y permitiendo una explotación mínimamente real, o al menos, introduciendo a los aficionados a la misma y desarrollando nuestras habilidades personales. De hecho, en Reino Unido se han hecho cosas parecidas y numerosos modelistas más experimentados han hecho su propia versión, adaptada a sus habilidades, con resultados de sobresaliente y que poco tienen que ver con un set de inicio.
Ese set tan brillante de Loco Revue, que aquí se podría pensar para NORTE, MZA, Andaluces, OESTE, etc, evidentemente se piensa para ganar adeptos, de cualquier edad. Para el resto, los que ya han hecho sus primeros intentos, no queda más que estar mínimamente informados de la evolución del modelismo ferroviario. Es ridículo que a estas alturas se tenga como referencia un anuncio de televisión de 1978. Pero eso nos lleva al siguiente punto, el más importante.
4-De ser cierto que se estuviera muriendo el modelismo ferroviario español es por el desconocimiento de la realidad ferroviaria que buscamos reproducir y cierta desidia por parte de algunos de aprender. El modelismo es una MANIFESTACIÓN CULTURAL Y CREATIVA más, lo que requiere de búsqueda, lectura, aprendizaje, reposo de lo descubierto y aprendido, generación de ideas propias, confrontación con lo que han hecho grandes modelistas antes que nosotros... y vuelta a empezar. Es un proceso que no acaba nunca. Y, francamente, y como en tantos otros campos culturales, es uno de los principales escollos que es exclusivamente nuestro.
Podríamos debatir las supuestas causas durante días. Pero no es práctico. El hecho es el que es. Las maquetas españolas, en su mayoría, parecen una foto fija de los Iberamas de 1980. Alguien puede argumentar que no hay material o información disponible. Bueno, eso podría haber sido cierto en aquel año. Pero, afortunadamente, llevamos unos 25 años de producción prolífica, tanto en modelos de material rodante, complementos, libros que ponen a nuestro alcance un pasado ya desaparecido y, lo más importante, la increíble herramienta que supone internet en comparación con la etapa pre-internet. Así que, a pesar del poco respeto que se tiene en este país por el patrimonio ferroviario o directamente por el tren como medio de transporte, la excusa de dejar en otros la responsabilidad de nuestro interés por el tren NO SE SOSTIENE.
En otros países, si a uno le gusta, pongamos por caso, un TAF y quiere hacer una maqueta en torno a él, se ponen a investigar: líneas por las que circularon, servicios, tipos de estaciones a las que sirvieron... Otras circulaciones de viajeros y mercancías de la época, posibilidad de repetir modelos con variantes,... En Gran Bretaña, en Francia, en Alemania, son legión los aficionados que hacen esto y son muy pocos los que hacen un "Iberama".
Aquí, en cambio, ocurre al revés. Repito. Es banal buscar la causa. Lo necesario es dar el salto. Un salto en el que llevamos más de 40 años de retraso. Que el modelista español medio tome conciencia de que si su estación no funciona es porque no ha previsto cómo los trenes se van a mover por ella, o porque no ha tenido en cuenta la maqueta como concepto global que se compone de muchos engranajes, los cuales deben encajar a la perfección unos con otros: esquema básico, plano de vías, relieve, servicios ferroviarios, explotación... Hay que pensar en todo eso antes de ponerse manos a la obra. Que no es que lo diga yo. Es que lo hacen en toda Europa y EE.UU. Y si no se tiene esa información, en tanto que se aprende, se empieza por un módulo, que el foro está lleno de excelentes ejemplos de esa variedad también.
¿Todavía seguimos con bastidores de listones de 25 mm de grosor con tableros de contrachapado de 10 mm. encima que no permiten un relieve realista? ¿En serio? ¿Como en 1960?
Eso es lo que necesitamos de las revistas del ramo: que nos abran la mente, que nos presenten todas las innovaciones de los últimos 60 años de forma ordenada, para que luego podamos elegir lo que más nos conviene: bastidores, tipos de estaciones ocultas, fondos de decorado, iluminación... Y con la colaboración de las asociaciones de ferrocarril, que no deberían limitarse a reproducir esquemas de maquetas de exposición a la manera de Fleishmann, Roco o cualquiera de las grandes marcas (Aquí siempre recuerdo la magnífica labor de la asociación del tren de Olot-Girona, cuyo hilo con su maqueta es una verdadera delicia y que sigue la tendencia que los clubes y asociaciones europeos llevan DÉCADAS haciendo).
Hay que ponerse las pilas. Y no se trata de fabricantes, ni de artesanos, ni de terceros. Se trata de que la afición en su conjunto sea más culta, entendiendo por culta que comprenda que las buenas maquetas implican mucha lectura e información por detrás. Las habilidades personales y el acabado final es lo de menos, puesto que una maqueta bien pensada y manejada más o menos acorde a la realidad siempre provocará una buena impresión. Las habilidades de cada uno mejorarán con los años. Y de esta forma es como la afición se mantiene en otros países, cuyos ferrocarriles reales experimentan los mismos cambios que el nuestro a escala 1:1: elevando el nivel de conocimiento del tren de todos los aficionados.
Es obvio que la reproducción fiel a escala de la realidad ferroviaria tendrá en cada aficionado niveles diferentes de compromiso y no todos experimentaremos las ganas o el interés de reproducir ciertos aspectos. Ahí entra la libertad de poder elegir qué reproducimos y qué no: maqueta con fondos decorados, sin ellos; con luces para ambiente nocturno, sin luces; con cambios manuales, con cambios motorizados; con reproducción de las transmisiones funiculares, sin ellas; mejorando los interiores de los coches y vagones, rodarlos tal cual salen de la caja...
Pero si queremos que la afición se mantenga viva, crezca y se fortalezca, no pueden leerse -como si no pasara nada- afirmaciones tipo "no me interesa cómo se movían los trenes"; no podemos decir "¡Qué buen plano de vías!" dando por bueno un Scalextric con vías en vez de pistas de coches; no podemos pedir consejo de cómo hacer que nuestro plano de vías tenga sentido, pero acabar disponiendo las cosas como si lo decidiéramos con una tirada de dados; no podemos culpar a un fabricante de que nuestro material tenga problemas en circular por una maqueta que parece un tiovivo.
Porque, supuestamente, los foros son, o al menos me gusta creerlo así, el recipiente actual en los que se acumula la sabiduría del modelismo aplicado al tren. Todo lo que se escribe quedará para la posteridad. Y por eso es importante que seamos consecuentes con la realidad que pretendemos reproducir y que, lo más importante, supuestamente AMAMOS. Cuando las revistas extranjeras apenas publican maquetas españolas, ¿creéis que es por discriminación? ¿por manía? ¿por "españoles"? No. Es por falta de criterio en la realización de muchas de ellas. Porque escapan a cualquier parecido con una realidad que es común allende las fronteras, aunque con las particularidades propias de cada red.
Es cuando creemos que el modelismo es simplemente un juguete cuando el modelismo español empieza a morir. No me entendáis mal: es vital que el modelismo conserve esa parte lúdica de disfrute, que viene del juguete, no importa cuál sea nuestra edad. Pero el principal problema del modelismo español es que no sabemos disfrutarlo lúdicamente al tiempo que nos lo tomamos en serio. Porque es importante concienciarse de que se pueden hacer las dos cosas. ¿Que es más cansado? ¿Que requiere más entrega? Claro. Pero el resultado siempre siempre lo compensa. Y creo que no hace falta que cite nombres.
Cultura ferroviaria. La necesitamos como el comer. Como tantas otras cosas culturales en este país.
Saludos
Carrington
Al parecer, talibán de la explotación ferroviaria a escala. A pesar de eso, me gusta un buen plato de spaghetti. De los de verdad.