Los expertos en las nuevas formas de pensamiento consciente dirían:
Una cosa es que haya crisis; otra, que las cosas no estén como para tirar cohetes; pero otra muy distinta, y en la que somos especialistas los humanos, es no vivir el presente y sufrir y preocuparse por un futuro que, obviamente, no existe ni está escrito. Nuestro problema es que, preocupándonos por una futura ilusión, desaprovechamos y no disfrutamos como debiéramos, es decir, en toda su grandeza, el presente y lo dejamos escapar... hasta que se convierte en pasado y ni nos dimos cuenta siquiera de cómo se fue.
No tengo ni idea de cuál será el futuro de Ibertren o de cualquier otra marca, pero sí tengo claro que si esta o cualquier otra novedad entrase dentro de mis preferencias, estaría ilusionado y aguardando expectante este mes que parece que falta para que llegue a las manos de los afortunados compradores. ¿Para qué ir más allá?
En cambio, mi hermano, menos trascendental, resumiría el tocho anterior así:

"Mira que somos agoníaaaaaaaas"
Saludos ¡y a disfrutar, leñe, que la vida son dos telediarios y no podemos pasar uno pensando en qué vendrá y qué no!
Carrington, levitando sobre el carril
Al parecer, talibán de la explotación ferroviaria a escala. A pesar de eso, me gusta un buen plato de spaghetti. De los de verdad.