JSA escribió:
Buenas noches.
Este tren, el TREN ESPECIAL RUCIO, los organizamos en la Asociación de Alcázar de San Juan, de la que fui Socio Fundador (conservo el carnet con mucho cariño). La idea la fraguamos entre Berruga (maquinista de Alcázar) y yo, le calentamos la cabeza al Presidente de la Asociación, y en unas cuantas gestiones puso el tren en marcha. El Presidente es el que se ve de espalda con traje gris, y se llama Díaz Pavón, que era un entusiasta, además de ser el Director de Vía y Obras de la Zona.
Antes de ponernos en marcha, se hizo una visita al entonces flamante Museo de Alcázar, hoy en estado de triste abandono.
El tren salió de Alcázar con un nutrido grupo de Amigos del Ferrocarril de Madrid, a quienes invitamos, además de la Asociación de Alcázar en pleno. En Villacañas tuvimos ocasión de visitar las casas subterráneas, conocidas como “silos”, y las Bodegas de San Antonio Abad, donde a la vuelta nos tenían preparado un pequeño ágape. Entonces había varios silos habitados, y tuvimos ocasión de visitarlos gracias a la gentileza de sus propietarios. Hoy se conserva alguno en plan museo, y me suena de que aún hay alguno habitado.
A partir de Villacañas-Centro, es decir, la estación de la línea de Andalucía, nos hicimos “dueños” del tren. Salimos por la vía muerta que antiguamente conducía a Sta. Cruz de la Zarza-Tarancón-Torrejón, y retrocedimos por la vía de enlace hasta Villacañas-Prado, estación terminal, y a partir de aquí, los aficionados tuvieron ocasión de enganchar y desenganchar, hacer agujas, o cerrar los pasos a nivel con banderines rojos.
A la Ye-yé le dimos la vuelta en los puentes giratorios de Villacañas y Quintanar, como si fuese una vaporosa., y el recorrido lo hicimos “parando en todas las estaciones de su recorrido” (La Puebla de Almoradiel, y La Villa de Don Fadrique, también conocida como “La Rusia Chica”), tanto a la ida como a la vuelta, con una detención y paso lento sobre el único puente de la línea.
En la estación de Quintanar de la Orden nos esperaba un atractivo menú del día: gachas (seguro que César no las comió), chorizos, chuletas, y puede que panceta. Los ferroviarios de Alcázar hicieron un trabajo excelente, además de obsequiarnos con una exquisita hospitalidad.
He revisado mis apuntes, y la fecha fue el 20 de abril de 1986, y la UT con la que se regresó a Madrid era la siguiente: 9-440-183+7-440-181+8-440-190.
No era una Suiza, pero llevábamos marcha de 110km/h, porque el tren grafiado era normalmente una Suiza. Tuve ocasión de ir en la cabina, así que doy fe.
Por cierto, el que organizó "los turnos" de servicio de guardagujas, guardabarrera, desenganchador, etc, fui yo.
Desgraciadamente, y como viene siendo habitual en este país, la vía se levantó, se demolieron casi todos los edificios, y lo poco que queda está hecho una ruina.
En cualquier caso, fue una vivencia única. Tengo la certeza de que la gente no echó de menos una máquina vaporosa.
¡Ah! Doy tambien fe de que la dama de rojo no es quien dice César. Pero eso es otra historia de hace muuuuuuchos años Je je.
Saludos cordiales.
Hola JSA, podrías aportar la fecha de circulación del Rucio hasta Tomelloso, así como si tienes alguna fotografía del viaje en algun lugar del trayecto.
Gracias de antemano.