Y es que mientras la puesta de sol no nos robase la luz hay muchas cosas para ver
Llegados a Visp nos pasamos a la vía ancha después de casi 300 sobre vía métrica. Cansados pero contentos.
Una auténtica maratón ferroestrecha a la que nos obligó el perder el Glacier.
Enlace hacia Ginebra desde Visp donde llegamos ya entrada la noche.
Este moderno automotor Vispiense fué lo único que puede afotar con una luz suficiente y pone también punto final al 4º y más intensivamente ferroviario día del viaje.
Vaya paliza... pero que pena que se haya acabado
