Crónicas Mabarianas 2ª Parte:
.... en el capítulo anterior...
Andrés Jorge Luis le dice a Beatriz:
- no puedo casarme con Adelina María, porque mi corasón me lo robó Lusinda
Beatriz escandalizada le responde:
- ¡pero vos sos un boludo, no vés que Lusinda es la sirvienta y no pertenece a nuestra clase social!
... no, me parece que esto no era.
Claro, es lo que pasa por dejar el mando del televisor indefenso a la hora de la siesta. Tu pones un interesante documental de La 2 sobre la vida social del búfalo cafre, y en cuanto das una cabezada, tu mujer se apodera de él subrepticiamente y enchufa una telenovela, que tu escuchas entre sueños, con lo cual no sabes si es un sueño o la realidad real. Cuando de verdad, de verdad, lo que es, es un tostonazo igual que el del búfalo.
Bueno, ...a lo que íbamos.
Habíamos dejado al “ElectroTER” en la mesa de operaciones, convaleciente de la operación en que le había sido extirpado el maligno decoder.
Una vez recuperado el espécimen de la anestesia, ...y los cirujanos de los nervios que les agarrotaban, llega el postoperatorio.
Con mucho mimo, porque aun está convaleciente, se coloca en la vía el coche motor, se da corriente y ...¡se traslada de un punto a otro de la vía sin dar saltos como los batracios!. ¡Que éxito señores!.
Y hasta se le encienden las luces roja y blanca cuando deben.
Maravilloso.
Perooo... ¿se encenderá la luz blanca del coche piloto?. Porque esto era uno de los achaques del paciente antes de ser intervenido.
Se enchufan ambos coches, siguiendo el procedimiento que indica la empresa responsable del trenecillo mediante un PDF (¿qué significa esto... “Para Destruirlo Finalmente”...?), y se coloca en la vía de nuevo.
Se da corriente y...
¡Horror!....¡no se enciende la luz blanca del coche piloto!
Luego, ese fallo no era del decoder extirpado.
Bueno, que no cunda el pánico: vamos a probar conectando otro coche piloto que yace en una vitrina.
Tras seguir el procedimiento reglamentario se obtiene ...el mismo resultado: la luz blanca no brilla porque está ausente.
¿Y ahora qué?.
Opinión autorizada: - eso va a ser del carburador.
Otra: - no, no eso es de la delco.
Otra mas: - ¿le habéis cambiado las bujías?.
Total, después de esta “tormenta de ideas” se acuerda lo único que se puede acordar: ...vamos a destripar el coche piloto.
Una descarga eléctrica recorre la estancia. En la mente de todos los presentes aparece la imagen de los muelles saltarines, cada uno provisto de su propia cerillita. Pero hay que armarse de valor.
Se abre la carcasa sin ninguna dificultad y...¡oh maravilla!. Los muelles no pueden seguir su natural tendencia de saltar a recorrer mundo porque se encuentran aprisionados por un minúsculo circuito impreso del cual salen tres cables.
Pues ya está, sólo hay que ir metiendo corriente a cada cable para ver que alimentación hay que darle a cada uno y que se enciendan la luz roja o la blanca.
Tras varios intentos se consigue descifrar el secreto de la conexión. Lo cual se plasma en un esquema eléctrico tipo MacGiver cuando tenía tres años, pero perfectamente comprensible ...para el que lo ha hecho.
Bueno, pues si ya sabemos que los dos diodos funcionan, ahora hay que meter corriente al enganche portacorriente por cada una de sus pletinillas hasta que se encienda cada uno de los diodos. Es fácil, porque las combinaciones a efectuar son sólo ...12.
Que si quieres arroz, Catalina. Que sólo se enciende el rojo.
En fin, resignación, hay que desmontar el circuito impreso y ver si la corriente pasa desde cada pletinilla del enganche, sube a través del muelle, llega al circuito impreso y sale por cada cable.
Se desmonta el circuito impreso, muy fácil, con un solo tornillo. Y ahí aparecen los muelles amenazadores, cada uno apuntándonos con su cerillita a punto de lanzarnos un misil.
Pero, ¿qué veo? ...si tenemos tres cables, ¿por qué hay cuatro muelles?. ¿Será algún ardid asiático para encriptar el avanzado diseño de este modelo?.
Peor aún: el circuito impreso debe haber sido diseñado por el mismo menda que hace los laberintos del Quiz, ya que si un muelle hace contacto con la pista mas interior, el circuitillo lleva la corriente al cable que está mas al exterior. Todo sea por aumentar las posibilidades de juego.
Vamos allá. Ahora tenemos que ver donde se interrumpe el contacto.
Mientras uno de los investigadores mete corriente con un par de cables pelados por cada una de las pletinillas del enganche portacorriente, el otro con cada mano sujeta una pinza de un polímetro de Carrefour ( siempre tecnología punta), y con la otra inmoviliza el chasis. Vaya ...algo falla, parece que sobran o faltan manos.
En fin, da igual. Después de un montón de pruebas no se consigue averiguar nada.
Pero surge la idea luminosa: - ¿...y si llamamos al Doctor House?. ...es que él tiene mucho ojo clínico ...y un bastón.
Porque no sé donde puse el maldito martillo.
Total que, tras encontrar el muelle que se había perdido (¿qué os creíais?), lo volvimos a montar, lo metimos en la caja y decidimos devolverlo al planeta Mabárico de donde procedía.
Eso sí, para que no le diese miedo iba acompañado de otros dos hermanitos también enfermitos. De los diez que llegaron.
Pero en la caja aun quedaban seis sin desembalar. Que los de ciencias echen cuentas.
En fin, no creáis que aquí terminan estas “crónicas”, que el material da mucho juego y aun puede haber sorpresas... (tachán)
Continuaraaaaaa......
Pepe
En Fuengirola
Tratos positivos: Varios
Tratos negativos: Alguno