Como usuario habitual de los Alvia decir que he tenido la suerte de viajar en los dos tipos de Alvia, el 120 y el 121. Por Dios, no hay color entre un tren y otro. Prefiero los patitos 1000 veces a estos enanos respondones, como yo les llamo; por comodidad, espacio y silencio, sobre todo.
Los 120 ya los probé en Madrid-Barcelona cuando la LAV sólo llegaba a Lérida y, más tarde, a Tarragona, y hacían el viaje en 4h 20 minutos. Bueno, un tren más, pensé yo.
Luego, cuando hacia los viajes de Madrid a Miranda de Ebro en los patitos, pues qué os voy a contar, miel sobre hojuelas, hasta que me los vuelven a poner los 120 en la misma relación, por cierto, punto nunca aclarado por Renfe de manera satisfactoria (¿demasiada oferta de plazas para una relación que no acababa de despegar como querían los directivos de Renfe?).
Pero el hartazgo llegó el pasado mes, cuando inauguro el Intercity Madrid-Ponferrada, de los viernes por la tarde, servido por un 120. Iba en el cuarto coche, casi al lado del tercero. Hasta Valladolid todo bien. Pero una vez pasado el intercambiador el aire acondicionado se empezó a revolucionar a un sonido que era imposible estar sentado en el departamento-salón.
Llamé al revisor; llegó, le cuento lo que ocurre (por cierto, en el resto del vagón, en el salón trasero, el aire acondicionado el ruido era normal, es decir, casi imperceptible) y me salta que lo siente mucho, que es la mecánica del tren

Al final pedí que me recolocara en la parte trasera de vagón, donde se podía viajar en condiciones normales. Por supuesto que reclamé a Renfe, pero bueno, ya sabéis qué tipo de mails envían...
He leído muchos hilos en vuestro foro, y ahora entiendo muy bien qué ocurre en Renfe. Siempre me ha encantado viajar en tren (tengo 39 años) pero de unos años a esta parte, desde que la "despilfarradora" (nunca mejor dicho) tiene la flota más moderna del mundo, yo añado que además de eso es insufrible, cara para el servicio que dan, y llena de incidencias. Yo ya me hago de cruces cada vez que cojo un tren, a ver con qué me deleita Renfe esta vez, aunque tampoco espero mucho de la liberalización, todo sea dicho de paso.
Resumiendo, el 120 no me gusta nada, pero nada, nada; y es muy caro en relación a las prestaciones que tiene.
Saludos.