Aragón perderá cuatro vagones históricos por el bloqueo del Museo del Ferrocarril
La falta de apoyo político provocará que los vehículos, de los años 40, se exhiban en un centro en construcción de Tarragona
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MARÍA GONZALVO. Zaragoza
Cuatro vagones de la serie 5.000 de los años 40 -más conocidos como 'Los Cubanos'- podrían abandonar Aragón en breve. Se trata de cuatro importantes piezas del patrimonio ferroviario aragonés que la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y el Tranvía (Azaft) ha conservado durante 20 años. Azaft celebra además su 30 cumpleaños, y lo hace sin haber visto su sueño cumplido, montar un museo del ferrocarril en Aragón, y con un futuro incierto para los ferrocarriles que 'guarda'.
En las naves de Casetas y Canfranc duermen más de un centenar de vagones y coches ferroviarios a la espera de ser exhibidos. Unos son de su propiedad y otros pertenecen a una colección del Estado en depósito de la DPZ que ellos conservan con igual ahínco. "Azaft mantiene toda la colección en buen estado gracias a la mano de obra de sus socios. Hemos metido allí incontables horas", explica José María Valero, presidente de AZAFT
Durante años, además de salvaguardar este patrimonio ferroviario, la asociación ha tratado de aunar esfuerzos para levantar un Museo del Ferrocarril en Aragón. En más de una ocasión ha estado cerca de conseguirse, especialmente cuando se diseñó la Intermodal de Delicias, en 2002, pero nunca se ha visto materializado ante la falta de apoyo de las instituciones, según señala Azaft. "Ahora se ha llegado a una situación insostenible, porque se van a empezar a llevar vagones fuera de Aragón", dicen.
Cuatro vagones de la serie 5.000, 'Los Cubanos', viajarán rumbo al Museo de Mora la Nueva (Tarragona), todavía en fase de construcción. Estaba previsto que lo hicieran el 25 de julio, pero por un problema de trámite (el ordenador de Renfe no reconoce la numeración de los vagones), se les ha denegado temporalmente el permiso para el traslado. "Esos serán los primeros, pero ya se han iniciado conversaciones desde Madrid para trasladar más piezas a otros museos", cuentan.
"Están en su pleno derecho. Si aquí no hacemos nada, es lógico que se los lleven a otra parte. Si no, esto es como el perro del hortelano", reconoce Azaft, más molesta por la falta de interés de las administraciones que por el traslado de los vagones. "Claro que nos duele que el patromonio ferroviario salga de Aragón, pero al menos en Mora la Nueva lo podremos disfrutar", exclaman.
La Fundación de Preservación del Patrimonio Ferroviario e Industrial (Fppfi), impulsora del museo de Mora la Nueva, es consciente del importante papel que ha jugado Azaft. "Gracias a ellos se ha podido salvaguardar este patrimonio, y nosotros se lo tenemos que agradecer", apunta Jordi Sasplugas, presidente de la fundación. "Nuestras relaciones son buenas, porque compartimos el mismo sueño y también problemas similares", dice Sasplugas.
Los vagones, un regalo a Cuba
'Los Cubanos' son unos vagones de los años 40 que, después de ser retirados del servicio, el entonces presidente del Gobierno, Felipe González, mandó reparar y adaptar para los carriles americanos (con un ancho de raíl distinto). "Fue un regalo a Cuba de unas 60 unidades. Pero por cuestiones diplomáticas, una veintena no llegaron a embarcar. De estos, Renfe volvió a poner parte en servicio para trayectos regionales, generalmente playeros. Hace 20 años, la asociación se interesó por los otros, y Renfe Internacional (su propietaria) les dejó cinco en depósito. Estos son los que ahora se van a llevar", dicen.
Hace unos meses, la fundación catalana informó a Azaft de su intención de crear un tren turístico, y les manifestó su interés por estos vagones. La ruta iría desde la Costa Dorada y discurriría por el bajo Ebro hasta llegar a Caspe. "Aunque no se descarta adentrarse más si tenemos respaldo político", asegura Sasplugas. Tanto Azaft como sus compañeros catalanes observan un desinterés generalizado. "En España no hay cultura de ferrocarril. Solo hay que mirar los museos que hay aquí (Madrid, Vilanova i la Geltrú, Azpeita, Gijón y Mora la Nueva), y los que hay en Francia (unos 80), Inglaterra (más de 100) o incluso Rumanía (14)", indica Azaft.
En el patronato de la fundación catalana están incluidas además de cuatro comarcas catalanas por las que pasarían el tren turístico, la de Bajo Aragón-Caspe, por lo que en el proyecto se tiene también en cuenta a la aragonesa para incluir algún paquete turístico en tierras aragonesas.
Finalmente, la fundación catalana recurrió a la Fundación de Ferrocarriles Españoles para pedir estas piezas. En julio se firmó un convenio por el que cedían la custodia de 'Los Cubanos' por 15 años prorrogable para uso del tren turístico. Pese a la autorización, el traslado se ha detenido, aunque la previsión es que se retome en septiembre u octubre.
Patrimonio aragonés catalogado
Para 'Los Cubanos' no hay vuelta atrás. Pero Azaft quiere advertir que puede ser solo el comienzo. "Hay otros museos que también han iniciado contactos con el del ferocarril de Madrid para reclamar piezas de Aragón", señalan. Pero con esos no será tan fácil, porque la colección de vehículos de la antigua empresa Carde y Escoriaza que Azaft conserva está registrada desde 2004 en el BOA como Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés. "Si quieren llevarse las piezas, tendrán que pedirlas al Gobierno aragonés", señalan.
La guerra de Azaft no es tanto impedir que otros museos se lleven piezas ferroviarias como reclamar una actuación de las administraciones aragonesas para que valoren su patrimonio. "Lo que queremos es que se conserven y se exhiban. Mejor aquí que fuera. Pero lo que no puede ser es que se repita la historia de los bienes de Lérida", dicen. A la vista de lo ocurrido con la vagoneta 'Zorrilla', surge la duda de si esa historia será solo un presagio de lo que podría pasar en un futuro.