GM333 escribió:
Ahí sieguen las 440/470 dando un fenomenal servicio. Lástima del material desguazado prematuramente, su mantenimiento habría evitado un gasto innecesaro en 449/599 y similares.
S2
¿Aún dudas que ese "gasto innecesario" fue para que alguien se forrara? Opino igual que tú, que el material móvil con que contaba Renfe antes de 2007/2008 era de la suficiente calidad en cuanto a confortabilidad y prestaciones (con determinadas excepciones) como para que no fuese necesario adquirir adquirir, al menos, la serie 449. Las 440 sobraban en los planes de alguien que buscaba forrarse a cuenta de las compras de RENFE, tanto en Cercanías como en Media Distancia, por mucho que desde algunos medios "oficialistas" como Vía Libre se empeñasen en dar por amortizadas las 440, muchas de ellas no llegaron a cumplir su vida útil teórica original de 30 años, que tras la reforma de los 90 se vio ampliada a los 40 años. La baja de las 440 para su sustitución por los trenes Civia y la serie 449 no solo fue un descalabro económico en tanto en cuanto se hizo un gasto innecesario en su compra, sino que se derrochó dinero del contribuyente al dar de baja un material que no estaba amortizado, es decir, que no se había recuperado aún la inversión que se hizo en su día para su compra y posterior reforma. Pues eso, señoras y señores, es la amortización de un bien: guardar X dinero cada ejercicio fiscal para compensar la pérdida de valor que sufre ese determinado bien por el uso, el tiempo, etc., y que la empresa no pierda valor en su conjunto. Si un bien no tiene una cuenta de amortización la empresa irá perdiendo valor a medida que pierden valor sus bienes, puesto que el deterioro del bien en cuestión no se ve compensado por una reserva de fondos. Un bien material solo resulta amortizado cuando en las cuentas se iguala lo que se ha ido reservando para su amortización con la cantidad que costó en su día.
Para que todos lo entendamos bien, un ejemplo que espero que os guste: si comprar la 440-150 costó en su día 120 millones de pesetas (721.124'53 €) a amortizar en 30 años (tasa de amortización de 4 millones de pesetas al año, o 24.040'58€), solo cuando el valor en la cuenta de amortización de esa unidad alcance los 721.124'53€ se puede hablar de que esa unidad está amortizada. Y si se hace una inversión como la que se hizo en su modernización, la cual supuso un gasto de unos 40 millones de pesetas (240.000 €) por unidad, el período de amortización se amplía en 10 años. ¿Por qué? No es porque lo diga yo, lo dicen los números: si a los 720.000€ de la adquisición les añadimos los 240.000 € de su reforma, una simple regla de 3 nos dice que si 720.000€ se amortizan en 30 años, con una misma tasa de amortización anual sería necesario ampliar a 40 años la utilización de esa unidad para que su adquisición y transformación resultasen rentables. Por eso fue una canallada dar de baja las 440, porque, sencillamente, no se ha recuperado lo que le costó al Estado comprarlas, aún se están devolviendo los préstamos y créditos BIRF con los que se financiaron las compras de las 440.
Es más, si ese material está en buenas condiciones, cuando se ha cumplido su período de amortización es el momento en el que el material puede resultar aún más rentable mantenerlo en explotación. ¿Por qué? Porque ya nos hemos quitado de encima la tasa de amortización anual, esos 24.000€ que había que reservar todos los años para compensar la pérdida de valor pueden destinarse, por ejemplo, a gastos de mantenimiento de ese vehículo. Por eso en Europa mantienen el material móvil más allá de su vida útil teórica: porque mientras el gasto de mantenimiento de un vehículo no supere su tasa de amortización anual, es rentable económicamente que siga funcionando. El haber dado de baja las 440 antes de ser amortizadas ha sido, literalmente, hacer perder dinero y valor a una empresa pública, y por lo tanto, tirar por el retrete el dinero que pagamos con nuestros impuestos para su sostenimiento. Una prueba más de la nefasta gestión que se da en las empresas públicas.
La serie 599 es otra cosa, en unidades diesel RENFE contaba con un parque que necesitaba de una ampliación y renovación debido a que las series 593 y 594, por diversas razones, no estaban dando un resultado adecuado; no obstante, mantengo que en vez de haberse comprado trenes diesel de 3 coches, deberían haberse comprado trenes de coche único o, a lo sumo, de 2 coches.