Apasionante la historia de este paso ferroviario.

Uno de los viaductos españoles con un devenir más azaroso fue éste
sobre el río Matarraña, en
Fayón (Zaragoza), junto a la desembocadura en el Ebro, en la
línea de Madrid a Barcelona (pk 489,481).
La mala fortuna persiguió durante toda su vida útil a esta obra, que sufrió un
desprendimiento el 20 de julio de 1931, sólo siete años antes de la batalla del Ebro (25 de julio al 16 de noviembre de 1938), en el que una
enorme roca de cuarenta toneladas destrozó parte de los antiguos arcos de sistema
Pratt, por lo que en su reconstrucción, además de cambiarlos a los más robustos del sistema
Warren, en vientre de pez,
se prolongó la entrada del túnel en el farallón mediante un exclusivo arco de ojiva deflector de futuras avalanchas que, sin embargo, mantiene el techo de la bóveda con estructura de medio cañón.
Un batallón de destrucciones del bando republicano lo voló en marzo de 1938 durante la Guerra Civil 
y fue
reconstruido con la adición de dos castilletes de traviesas ferroviarias añadidas poco a poco por izado hidráulico en un tiempo récord entre los días 09.04 al 08.05.1938
por dos compañías de zapadores de la 105ª División al mando del general Yagüe, además de ser apoyados por prisioneros republicanos y personal civil. En la 105ª división estaban integradas las fuerzas marroquíes, por lo que los ingenieros zapadores pertenecían al batallón de zapadores de Marruecos.

A la
reinauguración asistió el propio general Franco e importantes autoridades civiles, militares y eclesiásticas de la región, como se ve en la instantánea.

El túnel se empleó varios meses de la contienda para el abrigo de
trenes-polvorín.
Su
triste final ocurrió en 1964 con ocasión de la inundación de ambos valles por el taponamiento del embalse de Ribarroja de Ebro, que precipitó su desmantelamiento y refundición en altos hornos. El trayecto se reorganizó por una variante que se emplea actualmente por la
Pobla de Massaluca, abajo a la derecha del plano.

Desgraciadamente, el
acceso actual al túnel está restringido al uso de barca puesto que la boca contraria en condiciones de embalse normales está sumergida por las aguas como es natural en un segmento de la línea que va en pendiente hacia Cataluña descendiendo de cota.

En época de desembalses puede entrarse al túnel en barca desde el Ebro, muy cerca de la vieja ubicación hoy sumergida del pueblo de Fayón y en todo momento también con barca y escalada ligera desde la
boca ojival del Matarraña.

A unos cien metros al oeste hay también
otro túnel peatonal que está en desuso desde la mejora de la carretera y que permitía a los vecinos del Fayón reconstruido en alto acceder por un empinado vallejo (el barranco de Juanito) hasta el Matarraña salvando un peligroso tramo del camino lleno de desprendimientos.

En la actualidad, ésta es la
vista aérea de la obra, junto a un moderno camping llamado
PortMassaluca.

