Quiero decirle a ese lector no aficionado que no, que jugamos muchísimo. Pero le diría también que no hay una única forma de hacerlo, sino casi una particular de cada uno. Y que si no hay más hilos comentándola es porque... Hmmm, no sé, a eso no sé qué le podría comentar

Mi forma de jugar sí la puedo resumir. Decidí optar por un sistema digital. Un buen aficionado, con gran experiencia (OrBahn) me dirigió hacia la informática y así encontré a un incansable, preciso, minucioso y constante compañero de juego, que fue mi ordenador portátil. Coloqué hasta 64 sensores de presencia en la maqueta y... Ahí paré. Probé a motorizar desvíos pero me reconcomía la conciencia el comentario del amigo de un amigo (que no se quiso hacer amigo mío, pero esa es otra historia) ambos aficionados de gran experiencia: yo eso del ordenador -decía- no lo veo, no lo veo, porque -argumentaba- ¿dónde está la ventaja en que todo te lo haga el ordenador? Pese a mi fallido intento de amistad, reconozco que su comentario me impactó. Copié de su maqueta el bloqueo automático por cantones, y conseguí, con muchísima facilidad gracias al PC, tener -como él- varios trenes corriendo uno tras otro sin llegar a alcanzarse nunca, en un carrusel interminable. Pero no me bastaba, pues como nos pasa a todos -supongo- alcanzada una meta, buscamos enseguida la siguiente.
Mi siguiente objetivo iba a ser lograr que mi PC compañero de juegos controlara los desvíos y hacer rutas automáticas. Pero entonces la conciencia, y ese comentario del no-amigo experto, me hizo ver otra forma de jugar: ¡la mía! Automaticé locuciones en las estaciones, de manera que el PC amigo me anunciara qué tren iba a entrar y dónde lo haría. Entonces yo debo correr a hacer las agujas con mi mando digital (digital = un dedo, mi dedo índice

Luego descubre uno que el PC sirve de puerta virtual para invitar a otros foreros a jugar desde sus casas, y la cosa gana en interés. Pero lo esencial, en mi caso al menos, ha sido decidir parar en la automatización, haciendo caso al experto no-amigo, que no veía por qué el ordenador debía hacerlo todo. En efecto, lo hacemos entre los dos.
Anímense, señores, y cuenten su forma de jugar. Para perfeccionar el foro completando su información.