Buenas tardes. Para realidad, obviamente el modelo real

. Poder reproducirlo todo no debería entenderse como una obligación en algunos aspectos del modelo, ya que hay elementos que tenemos asumido que no pueden ser reales 100%, y así lo entendemos por ejemplo en los enganches o las pestañas. Por supuesto que se pueden hacer más finas las pestañas, pero creo que casi todos preferimos una solución que funcione y no sea tan real y que modelo no nos condene a tener todo el día el tren descarrilado. Existen los enganches de husillo funcionales en H0, y el PROTO 87 en las ruedas, por poner un ejemplo, pero a mi parecer le resta funcionalidad al modelo, creo que un rp 25 es lo suficientemente vistoso y funcional, o con los enganches me parece mejor usar las soluciones comerciales a tener que poner una brida con pinza. El rasero con que consideraremos un modelo u otro dependerá de lo cuenta remaches que sea cada uno y sobre todo de los conocimientos que disponga el ojo critico. Como suelo decir en los encuentros modulares del foro a uno de los promotores, en la ignorancia vivía más feliz. A todo se le puede sacar punta. A mi particularmente me gustan mucho los modelos reproducidos en latón porque el metal permite una reproducción muy exacta de los detalles y estos son bastante más resistentes. Los portaseñales se pueden doblar varias veces y los puedes volver a poner rectos sin ningún problema y los grosores de las chapas permiten reproducir marcos de ventana de 0.3 mm de grosor sin que suponga un modelo endeble en lo más mínimo. Y sobre todo si el nivel de exigencia del fabricante es tan alto como el de los aficionados que adquieren sus miniaturas, realmente se alcanza una satisfacción plena, pero siempre tendrán algo que no será real, y sin embargo son muy muy fieles al vehículo 1:1.
Lo que se refiere a modelos comerciales creo que hemos sufrido bastantes males generalizados y gracias a dios parecen remitir (los coches 1/100 o los renfritos), aunque siempre habrá un mercado para esas piezas, creo que por lo general, el nivel de exigencia del aficionado ha aumentado y ya no nos cuelan las piezas que antes nos vendían, por lo menos no con tanto éxito. Un saludo.