Uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentó la traza ferroviaria de la red del Transiberiano fue el lago Baikal, localizado a unos 65 kilómetros al este de Irkutsk. Con 650 kilómetros de largo y entre 29 y 80 kilómetros de ancho, tiene una profundidad de 1.7 kilómetros. El agua es tan clara que se puede ver a 50 metros de profundidad. Y permanece durante cinco meses helado. Era obligado, por tanto, hacer un rodeo de miles de kilómetros para salvar esta nueva dificultad.
Para no retrasar aún más la puesta en marcha del tren hasta terminar de construir el demorado trazado de las vías en la accidentada orilla sur del lago, se decidió unir las rutas del tren interrumpidas por el Baikal atravesando sus aguas heladas en un ferry especialmente diseñado para la ocasión. Construido en apenas seis meses, fue desembarcado en San Petersburgo-Leningrado, y transportado cuidadosamente, desmontado y empaquetado en secciones, a través de las 7.200 kilómetros por tierra que separaban a la ciudad del lago Baikal.
http://treneando.wordpress.com/2009/11/05/el-tren-que-viajo-en-un-rompehielos/