Siempre había pensando que la puntualidad era una característica intrínsecamente unida al ferrocarril. Especialmente los horarios de salida de los trenes siempre me han parecido algo sagrado. Y ahora me entero que en la cultura ferroviaria de Nueva York es una práctica habitual, no escrita, que los convoyes salgan un minuto más tarde de lo que marcan los paneles oficiales. No lo reconocen, pero es así según ha comprobado in situ un redactor de 'The New York' Times en la terminal 'Gran Station'.
http://treneando.wordpress.com/2009/11/10/el-minuto-fantasma-de-los-trenes-de-cercanias-de-nueva-york/