El año pasado expliqué mi particular Camino de Santiago ferroviario por vía estrecha por todo el Norte (excepto claro está entre Ferrol, Santiago y León por vía ancha), que no conocía y que realmente me encantó, por lo que en otoño pude recrearme un poco más por la zona de Asturias y Santander. De los tramos en servicio de viajeros sólo me faltó una etapa, entre Salinas de Pisuerga y Mataporquera que tuve que hacer en autocar. Pues bien, este verano, aprovechando una estancia por Asturias y Palencia (esta vez en coche) he podido completar ese trocito que me faltaba. Tuve suerte y una tarde que tenía libre me presenté de nuevo en la estación de Salinas y no dejó de emocionarme ver la llegada puntual de la unidad 2705-2706 que me permitió hacer el recorrido hasta Mataporquera, donde después de un pequeño retraso que traía la unidad 2703-2704 que venía de Bilbao (sólo unos 10 minutillos) pude regresar a Salinas de Pisuerga sin más contratiempos. Los trenes iban animadillos, especialmente el de ida, y entre los viajeros varios ciclistas, como ya pude ver también el año pasado en diversos trayectos de la antigua FEVE. Así que ya sólo me faltaría el tramo urbano de León, que espero que algún día se dignen a abrirlo, ya que con las noticias que corren miedo me da también que tenga que hacerlo algún día a pie.

Además también pude hacer alguna escapadita por las cercanías de Asturias, básicamente por la zona del Bajo Nalón y la línea Cudillero-Gijón, incluso pude hacer completa la O que forman Pravia – Gijón – El Berrón – Trubia – Pravia, y acercarme a San Esteban y a Sama de Langreo, en este caso ida en vía estrecha y de vuelta a Oviedo me pasé a la vía ancha, donde por poco se me escapó una 2700 que me hubiese llevado hacia Pravia, porque las dos Renfes está claro que siguen sin coordinarse, ¿para qué?. Cosa que también sucede en algunos enlaces de vía estrecha (aparte de retrasos y supresiones), que pude observar en las dos estaciones que a mi gusto considero con más sabor ferroviario de toda Asturias: Pravia i sobretodo El Berrón, donde he podido pasar algunos buenos ratitos, que siempre me parecen cortos.
En Langreo observo que se alargan las obras de soterramiento, no es que me gusten los tramos urbanos subterráneos, pero tal como está ahora (vía única, calles y estaciones con accesos complicados) pienso que lo mejor sería acabarlo ya. Y en Gijón por supuesto visita al museo del ferrocarril, con vapor en acción.
Por lo demás, tal vez por ser verano, pero por desgracia he visto los trenes en general muy vacíos y con problemas de mantenimiento (aire acondicionado, suerte que los días que estuve no hizo calor, algunas supresiones, trenes grafiteados…), consecuencia de la precaria gestión actual, por no decir otra cosa. Al menos pude disfrutar mucho de los 3300 y 3500, que me encantan con su clásico ruido de la tracción eléctrica ya de otros tiempos. También pude ver que substituían un tarde al Oviedo-Santander, con el Ferrol-Oviedo cancelado, y de rebote se suprimía un Oviedo-Laviana, lamentablemente supongo que es muy habitual, por lo que leo en este Foro.
La gestión del billetaje también muy precaria, con muchísimas estaciones o apeaderos sin venta y luego no siempre te encuentras al interventor (de nuevo la falta de medios y de personal). Así que seguro que se dejan de contar algunos viajeros en las estadísticas. En cambio a veces me he encontrado con problemas para salir de estaciones con barreras porque se me había pasado el tiempo límite que permite el billete, cuando con los pocos trenes que hay, y que a veces se retrasan, es lo más normal. Un empleado me aconsejó no cancelar el billete hasta poco antes de la salida del tren, pero como aficionado precisamente prefiero esperar el tren en el andén que no en la calle fuera de la estación, así que dadas las circunstancias me volvió a pasar lo mismo en alguna ocasión más.
Comentar por último que ví el anuncio de unos horarios de unos trenes especiales para una fiesta de Pravia: no los pude ver ¿supongo que serían con unidades eléctricas habituales de la zona?
Saludos.