japoymedio escribió:
pistacho escribió:
[...]
El de megafonía no es, pero es que estos gatos son unos horteras, con lo bonita que está la 604 y a ésta venga a darle colorito. Si es que la herencia de los Trastámara aun se nota en la capital del estado. Sangre gallega corre por las venas de la vieja Castilla.
Ante intervenciones como esta (descalificativos incluidos), sobran las palabras.
Una cosa es detectar un error y ponerlo en conocimiento del ente que preserva el material y otra muy diferente es atacar de esta manera el trabajo realizado.
Ante tanto odio vertido, es de agradecer que series enteras como las 1900 fueron desguazadas todas con sus colorines originales. No me imagino el disgusto que os hubiera supuesto que se conservara alguna con un verde ligeramente más claro que el original...
Más allá de los exabruptos vertidos por mi parte, lo reconocí en un mensaje anterior, aunque la mala intención (hay dolo) iba más dirigida a una institución monfortina y no tanto a la institución madrileña. Pero ciertamente, no había buena intención en ese mensaje.
En este sentido, tengo que añadir que tampoco es que me preocupe mucho que se pierdan series enteras cuyo valor como patrimonio industrial es escaso y la primera subserie de 319 es una de ellas. Lo mismo ocurre con tantas y tantas locomotoras de vapor que se han perdido o subseries de coches de viajeros, eso sin contar vagones de mercancías. Es cierto que se ha podido perder material rodante (que es a lo que me estoy refiriendo, pero el ferrocarril no es solo eso) muy interesante o importante y que se han conservado vehículos que a nivel cultura son de escaso interés, sobre todo una ingente cantidad de coches salón. También Hay que tener en cuenta que la conservación del material es por un fin social, no para complacer a los aficionados, pero ciertamente, los aficionados tienen sus asociaciones, como puede ser la AAFM y que en ese caso sus trabajos van más orientados al culto y disfrute del ferrocarril como afición y en un segundo o incluso tercer término a la divulgación sobre el ferrocarril, no tienen en si mismas un carácter público de orientación masiva como si lo deberían tener museos, bibliotecas, archivos, etc.
Muy poco material ferroviario tiene una carga cultural (tanto en el sentido técnico como antropológico) tan fuerte como para ser preservado. Un ejemplo serían las 446, vehículo que puede ser muy incómodo, pero cuyo aporte, por el contexto histórico en el que llegó las hace mucho más importantes que una 436 o una 434 del BPT, pero el grueso de aficionados preferirían conservar las dos series anteriores antes que una UT 446.