Hoy se cumplen 70 años de un accidente terrible en Gérgal, en la línea de Almería. Un jefe de estación negligente que provocó el choque de un mercancías con un correo.
El tren de la muerte que Franco ocultó
Se cumplen 70 años de una de las peores tragedias ferroviarias de España
Era noche cerrada en la estación de Gérgal, en las faldas de la sierra de los Filabres, en Almería, cuando el silbato rompió la calma. Pasaban 59 minutos de la medianoche y el jefe de estación había solicitado vía franca al de Fuente Santa. Poco después ordenaba la salida del tren correo 1.802. La cornetilla del jefe del convoy anunció su conformidad y la máquina, una locomotora 240 de Renfe conocida como el Mastodonte, comenzó a chirriar por el esfuerzo: arrastraba siete unidades, 162 toneladas de peso. José Lúcar Molina, el responsable esa madrugada en Gérgal, que al parecer llegaba de la matanza de un cerdo y que según uno de los testigos solía beber, no tardó en darse cuenta de un error fatal. En sentido contrario avanzaba el uvero, el tren de mercancías 6.831 con 15 vagones y 221 toneladas.
El subjefe de estación arrambló con las 265 pesetas y 74 céntimos que había en la caja y se fugó. Ya intuía lo que iba a pasar. Unos pocos minutos más tarde, en torno a las 1.15 horas del 15 de noviembre de 1945 el próximo domingo se cumplen 70 años, en el tren correo que avanzaba hacia Fuente Santa, en una amplia curva situada a dos kilómetros de Gérgal, el soldado José Medina, el fogonero de la locomotora, advirtió el mercancías a diez metros de distancia. Solo tuvo tiempo de gritar «¡Que nos matamos!». Al instante, entrando en la trinchera Zamora la trinchera es un paso de las vías rodeado de tierra y, a diferencia de un túnel, está descubierto se produjo una brutal colisión.
Todo el artículo, aquí. Interesantísimo de leer.
https://www.hoy.es/sociedad/201511/08/tren-muerte-franco-oculto-20151108093207.htmlSin embargo, lo más curioso es cómo me ha llegado información de esta historia. Este verano he pasado unos días en Gérgal, en casa de unos amigos, conocedores ambos de mi afición a los trenes. Uno de ellos es enfermero en la residencia de ancianos de Gérgal y, el otro día me mandó este artículo contándome cómo dio con él. Resulta que una de las señoras mayores de la residencia, de más de 70 años, en una de sus visitas a la enfermería, le contó cómo se acercaba el aniversario del accidente y se lo contó a mi amigo con pelos y señales, incluso con términos ferrovarios como "trinchera" y "los motores", haciendo referencia a los tractores trifásicos que al parecer llevaban el mercancías.
La señora le contó que el acidente quedó en la memoria colectiva del pueblo y que había sido su padre el que le había transmitido todos los detalles del accidente, pues ella apenas contaba dos años cuando se produjo, incluido el suicidio del descuidado jefe de estación. A raíz de los datos que le dio la paciente, mi amigo localizó este artículo que, para su sorpresa, corroboraba todos los pequeños detalles que la paciente le había contado en la consulta. Historia viva del ferrocarril.
Saludos
Carrington, preguntándose la de testigos que quedarán todavía por España del pasado ferroviario
Al parecer, talibán de la explotación ferroviaria a escala. A pesar de eso, me gusta un buen plato de spaghetti. De los de verdad.